"Aquí no había premios. Lo importante era el espíritu y la capacidad de superación para poder completar el reto", reconoce al analizar lo vivido en las cumbres de los Pirineos. Para Julio Couto, más allá de la competición estaba el compañerismo y la sensación de vivir una experiencia increíble junto a un grupo de grandes personas con las mismas inquietudes. "Lo interesante era la aventura, más que la competencia", explica. "Fue una experiencia humana increíble. En otras carreras es imposible que encuentres la misma unión entre losque participan", añadió.

Para el deportista dezano, este tipo de aventura no es nueva, ya que participó en una competición similar que tuvo lugar en los Alpes franceses. Reconoce sin embargo que la competición celebrada el pasado fin de semana en el Pirineo aragonés fue más dura debido a que todas las subidas a las montañas se realizaban con la bicicleta en la espalda, mientras que la prueba de los Alpes contaban con muchas subidas mecanizadas.

Los participantes se enfrentaron a duras etapas de entre cuarenta y cincuenta kilómetros, en las que tenían que subir y bajar grandes alturas. Couto relata sin embargo que lo más duro no era los kilómetros sino las subidas y la altitud. "En este tipo de pruebas los kilómetros mienten bastante. Realmente no son muchos para hacer en bicicleta pero hay que tener en cuenta que para hacer cuarenta kilómetros a lo mejor necesitas ocho horas. A veces hacíamos dos kilómetros en dos horas, después de subir a una altitud de 2.500 metros", afirmó el deportista dezano.

Couto explicó que, dentro de la competición, lo que se cronometraban eran las zonas de bajada, no las subidas. En ese punto, reconoce que esta competición es muy diferente a la de los enduros. "Nunca sabes lo que te vas a encontrar cuando estás bajando. En el enduro puedes ver los tramos y analizar los puntos más complicados. Aquí tenías que resolver lo que te ibas encontrando", afirmó. "Son carreras muy duras físicamente pero también muy exigente técnicamente. Otra de las claves era el aspecto psicológico. La altitud, las inclemencias meteorológicas, el esfuerzo... Todo te iba haciendo mella", manifestó.

El deportista del equipo Ciclos Quintena terminó finalmente en el puesto 35. "No está mal para el nivel que había. Participaba por ejemplo el campeón de España de enduro y gente de Francia muy buena. Es mi sitio. No creo que pudiese aspirar a más", sentenció. Couto afronta ahora un nuevo reto para él, "descansar" tras una larga temporada en la que participó en pruebas nacionales y autonómicas de enduro, además de adentrarse en un deporte nuevo para él, el trail.