Emilio Pintos, "Milucho", intentará dejar huella en su segunda etapa como entrenador del Lalinense, esta vez con plenos poderes para hacer y deshacer en su organigrama. El nuevo coordinador técnico rojinegro se reunió con la plantilla del primer equipo después de su presentación oficial para pedirles implicación y esfuerzo, después de alabar el nivel del plantel. Milucho también comentó a sus jugadores que en el caso de que llegara algún fichaje, cada puesto se va a tener que ganar a base de esfuerzo.

guión intocable. La fama de entrenador estricto es algo precede a Milucho a donde quiera que vaya. El nuevo responsable técnico rojinegro es un hombre al que no le gusta nada dejar nada al azar antes, durante y después de cada encuentro. Cuando estuvo en Lalín durante su primer etapa como entrenador del entonces Portadeza siempre dejó claro que sus jugadores tienen que seguir un guión establecido previamente por él, y que es intocable. Si alguno de ellos se sale de él, puede estar seguro que otro compañero se encargará de plasmar sobre la pista lo que Milucho ha diseñado en el plano técnico táctico de cada partido que afronte el conjunto lalinista.

análisis del rival. Uno de los aspectos que caracteriza el trabajo de Milucho, y que también puso en práctica tanto en el Balonmano Cisne como en el Bueu Atlético, es su gusto por analizar minuciosamente a los rivales. Todo indica que el entrenador se rodeará de gente que tendrán que hacer de sus ojos y oídos a la hora de radiografiar a los equipos con los que tendrá que verse las caras el Lalinense. Buscar los puntos débiles de los contrincantes será algo primordial en el entrenador rojinegro para pode solventar los compromisos que tiene por delante.

oportunidad a la cantera. La cantera del Balonmán Lalín puede estar tranquila porque el que se lo merezca dará el salto al primer equipo. Algo así le pasó hace años a un joven Roberto Álvarez, que prácticamente pasó de la grada a jugar con el primer equipo una vez que Milucho supo de su potencial como jugador zurdo. En este ámbito se deben enmarcar sus palabras el pasado jueves con el primer equipo, cuando les dijo que todos tendrán que pelear por el puesto.

cambio táctico. Milucho deberá adaptarse a la filosofía de un club como el Balonmán Lalín, que tradicionalmente ha basado su juego en una buena defensa combinado con un veloz contragolpe. Así, si en el Cisne gustaba de una defensa 6/0 con matices y un balonmano más estático que rápido, a buen seguro que su pizarra ahora tendrá que acomodarse a una plantilla criada en un balonmano de mucho correr y de poca elaboración.

dedicación exclusiva. Milucho es un hombre que vive por y para el balonmano durante las 24 horas del día. Así lo atestiguan los que han trabajado a su lado desde que pasó de jugar en el extremo a dirigir desde el banquillo. No son pocos en el club los que piensan que Milucho ya se ha puesto manos a la obra para perfilar su proyecto, aunque todavía no se haya cerrada la plantilla ni tampoco se sepa nada del calendario estatal.