Tras la llegada de un nuevo presidente, el sacerdote Marcos Torres, el Lalín se ha puesto manos a la obra en la confección de su plantel. Tal y como se esperaba Alberto Pereira Tamayo seguirá al frente del equipo tras las buenas sensaciones que dejó al final de la pasada temporada a pesar del descenso. El técnico y el responsable de la parcela deportiva, José Luis Seixo, ya tienen muy avanzadas las renovaciones. De esta manera confían en mantener el bloque de Preferente con refuerzos jóvenes pero al mismo tiempo con experiencia. El técnico anunció ayer que están muy cerca de cerrar dos incorporaciones, un central y un delantero, que permitirán subir el nivel del equipo. Además, el club está tanteando a jugadores dezanos que esta temporada jugaron fuera de Lalín, como el caso del central Rucho o el delantero Iker Hurtado. Por su parte el nuevo dirigente se reunió en la mañana de ayer con el alcalde, Rafael Cuiña, para buscar el apoyo institucional. La nueva directiva prevé reunirse el próximo lunes.