- Todo lo que dice parece enfocado a un proyecto a largo plazo asentado en la cantera más que a una aventura de un año.

- No sé lo que puede pasar. Yo vengo con la palabra de un año, después habrá que ir viendo y valorando cómo va todo este año. Los jugadores se tienen que adaptar a los entrenadores y a nuestra mecánica de trabajo. Por los sitios en los que estuve los resultados a corto plazo son difíciles que se materialicen porque trabajamos de una manera que no es mejor ni peor, simplemente diferente. Los jugadores se tienen que adaptar a nuestra forma de trabajar y nosotros a ellos para que funcione. Lo que sí está claro es que no es una vinculación directa, en el momento en el que yo o la directiva no estemos contentos no habrá ataduras.

- ¿Qué objetivo le marcan?

- El objetivo es trabajar mucho, que el equipo compita lo mejor posible y con mejores medios de los que disponía Tinto en cuanto a cuerpo técnico. A partir de ahí, ya nos colocaremos en nuestro sitio. Por supuesto también dependerá de la plantilla que logremos crear.

- ¿Mantendrá la apuesta por el juego combinativo?

- La idea es ganar. A todo el mundo le gusta jugar bonito pero también hay que ser eficaz y práctico. Tendremos que valorar el equipo que tenemos y después decidir el modelo de juego. Tenemos que intentar mantener lo bueno que había y ver si somos capaces de aportar algo más.