Lo suyo ha sido llegar y besar el santo. Tan solo unos días después de anunciarse su regreso al Lalín desde el Pabellón de Ourense, Joaquín Villanueva entraba ya en la convocatoria de Tamayo para el vital partido contra el Caselas. El centrocampista de 19 años y natural de Bermés partía desde que el banquillo pero tuvo rápido su oportunidad. Salió en la segunda parte y dio un nuevo aire a su equipo. Por sus botas pasó el fútbol de su equipo, una gran actuación que culminó con el importante gol que dio la victoria en el minuto 87.

"No era mi primera vez con el Lalín, así que la presión no era la misma que cuando debutas, pero aun así era un partido muy importante para el equipo y siempre hay nervios. Si fuese mi debut tendría el miedo en el cuerpo. Era complicado. Solo hay que ver la primera parte. Había mucho miedo. Parecía un partido de tenis", manifestó un hombre que se dejó ver muy cómodo sobre el campo. "Me encontré bien y además el entrenador nos pide que toquemos mucho el balón. Eso es lo que más me gusta a mí, porque si es un partido físico me cuesta más. Por arriba, pocos balones gano, y menos contra alguno de esos que teníamos enfrente", explicó.

En cuanto al gol, Joaquín destacó que no se trata de un hombre que se prodigue mucho de cara a la portería rival. En su temporada con el Pabellón solo anotó dos. "Fue algo con un poco de suerte. Creo que si no llega a ser porque tocó en un defensa igual no va ni para dentro", manifestó un hombre que se ha encontrado muy cómodo desde su llegada al Lalín. "Llegamos varios nuevos pero dentro del vestuario todos están muy unidos. Todos apoyan a todos. Eso es lo más importante y algo que nos vendrá muy bien de cara al final de temporada. La verdad es que me siento muy cómodo aquí. Ya tenía ganas de volver", añadió.

"Fue una victoria importante pero todavía queda mucho. Tenemos por delante cuatro partidos muy difíciles. Esto fue un paso importante pero debemos seguir dando más", afirmó.

El triunfo ante el Caselas ha dejado al Lalín en puestos de descenso directo, aunque empatado con su rival. A tres puntos y fuera de arrastres en estos momentos se sitúa el Portonovo. Esa posición de quinto por la cola sería el gran objetivo de un Lalín que ha ganado cinco de sus últimos seis partidos. Tamayo destacó la importancia de seguir "vivos" a estas alturas. "Muchos ya nos daban por decapitados hace tiempo y estamos aquí haciendo cábalas sobre lo que necesitamos para salvarnos. Creo que habrá muchos equipos nerviosos con lo que estamos haciendo", afirmó. El técnico también quiso agradecer el apoyo de la afición en el vital partido contra el Caselas. "La gente acudió a la llamada del equipo. En nombre del vestuario me gustaría agradecerles el apoyo que nos dieron", señaló.