La edición del Rali do Cocido finalizada ayer presentó varias novedades en cuanto a su protocolo. Si en la jornada del viernes, los aficionados pudieron pedir autógrafos a los pilotos en el parque cerrado, anoche la ceremonia de clausura de la prueba tuvo lugar en una concurrida calle Rosalía de Castro de Lalín. El céntrico vial de la cabecera comarcal se llenó de público para presenciar como las autoridades municipales y los representantes de la organización hacían entrega de los premios a los mejores de cada una de las categorías. Los alcaldes de Lalín, Rafael Cuiña, y Rodeiro, Luis López, fueron los encargados de entregar algunos de los galardones a los pilotos más destacados, en compañía de, entre otros, el edil de Deportes de Lalín, Nicolás González Casares, y el presidente de Lalín-Deza, Antonio Rodríguez Troitiño. Los fuegos artificiales pusieron el broche de oro al acto mientras los ganadores se realizaba la tradicional fotografía subidos al coche ganador bajo chorros de champán.