El Club Deportivo Lalín sacó petróleo ayer en el derbi frente al Club Deportivo Estradense jugado en el Municipal. Los hombres de Tamayo supieron aguardar su oportunidad para hacerse con unos valiosos 3 puntos después de estar prácticamente todo el encuentro a merced del equipo de Tinto. El partido se puso pronto de cara para los rojillos, cuando un centro de José Ramón fue aprovechado por Adri en el segundo para batir por bajo a Michi en el minuto 3. El tempranero tanto facilitó la tarea de asentamiento de un Estradense que siempre se encontró cómodo llevando el peso de la contienda. Sin embargo, la fortuna comenzó a aliarse con los del Cortizo en el minuto 12. Guti quiso despejar un buen centro de David, pero su balón acabó en la meta de Coke para convertirse en la primera igualada de la tarde. A pesar del mazazo, el Estradense siguió a lo suyo, siendo el amo y señor de la parcela central, donde más se jugó durante el choque. Vicente pudo hacer el segundo para los de casa, en el minuto 34, pero su disparo acabó estrellándose en el palo del portal lalinista. Tres minutos después era Martín el que lo intentaba, lanzando muy centrado para que Michi atrapara.

En la reanudación, la pelea siguió asentada en la parcela ancha del terreno de juego del Municipal. El arriesgado cambio de dibujo del Lalín (comenzó con un 4-4-3-3 para acabar con un 3-5-2) hizo que los visitantes tuvieran más opciones de llegadas por banda, aunque con escaso éxito durante el primer tercio de la segunda mitad. A la hora de juego Jorge gozó de un mano a mano que no culminó, pero sólo dos minutos después sí acertó a cabecear un centro de Martín para volver a poner por delante a los de A Estrada.

Con todo perdido, Tamayo optó por quemar sus naves adelantando líneas en busca de una remontada casi épica visto lo visto hasta el momento sobre la hierba sintética estradense. El premio al trabajo y la fe de los rojinegros llegó cuando el derbi agonizaba. A falta de siete minutos para la conclusión, Guille robó un balón a la zaga rojilla para plantarse delante de Coke y batirlo de disparo raso. El empate dio alas a los visitantes, que siguieron porfiando y esperando la última que siempre tienes en un derbi de la máxima. Ésta llegó en el minuto 88 con un contragolpe perfectamente llevado por Maceiro, que cedió a su compañero Carra para hiciera el tercero y definitivo con un disparo raso desde fuera del área. El tanto rojinegro hundió a los de Tinto, que sin tiempo para más vieron como se les iban los puntos.