- Uno de sus problemas fue el necesario aprendizaje en un deporte nada sencillo de asimilar por los jugadores.
- Sarna con gusto no pica. Estábamos todos deseando aprender este deporte. Hubo quien pensó que quería pero después se dio cuenta que no y lo dejó. Es normal. Es un deporte para el que no vale todo el mundo. Es necesario querer aprenderlo y saber que vas a recibir golpes. Hay quien piensa que no vale para eso pero cuando prueba con las protecciones se da cuenta de que sí que vale. En un año pasó gente de todo tipo por aquí. Unos se dieron cuenta que esto era lo suyo. Otros se quedaron por la familia que se creó. Luego hay otros que prefieren no seguir. El logró es que si se van es porque no les gusta el deporte, no por la gente. A eso también ayudó el cambio que hicimos en el staff. Apostamos por hacer las cosas de otra manera. Fue un avance humano. Estoy seguro de que algún día seremos competitivos.
- Se avanzó en el plano institucional y directivo. ¿Y ahora cuál es el reto?
- Nos hemos dado cuenta de que a lo mejor debemos empezar desde menos uno. Quizás tomamos unas decisiones que no eran adecuadas para el club. Creo que las corregimos y apostamos por potenciar la parte más humana. Ahora llevamos tres meses trabajando bien. Nos lo hemos tomado de otra manera. Buscamos conceptos básicos pero haciéndolos divertidos. El objetivo es que el club se siga conociendo. La captación es muy importante. El proyecto se tiene que asentar en la gente de aquí. Después debemos modificar el staff. También creemos que debemos apostar por la gente de aquí. Hay una persona que ya se está postulando como una buena opción para gestionar el grupo. Hablo de gestionar, no de los conocimientos. Todos estamos aprendiendo al mismo ritmo. En este club hasta el speaker está aprendiendo cosas cada día sobre este deporte. Con el staff también pasa lo mismo. Preferimos ir más despacio en ese sentido y tardar dos años más en ganar un partido que comentar un error trayendo a alguien de fuera. Eso ayudará a crear un proyecto autóctono. En este primer año llevamos muchas palizas pero también hicimos cosas buenas, como es anotar. No podemos buscar el oro del moro fuera. Hay que buscarlo en casa.
