La victoria ante el invicto A Pontenova en la última jornada de la primera vuelta ha dado un nuevo sentido al Vasán-Inversia. Los de Marcos Sesar aspiraban a dar un golpe encima de la mesa ante un rival que estaba rindiendo por encima de lo esperado y que no había encontrado hasta el momento un rival a la altura. El duelo en la cumbre era una final para los estradenses, que no podían permitirse fallar en casa, y superaron el reto con un contundente 8-3 que sirvió además para desnudar las carencias de un líder más débil de lo esperado en su propuesta.

Ganado el partido, el Vasán-Inversia vio abrirse un nuevo campo de batalla ante él. Tras once jornadas luchando por no perder el ritmo de los de cabeza y señalando al Ribeira como el rival a batir en la lucha por el título de campeón, el conjunto estradense se vio metido en una lucha a tres bandas en la que, a pesar de tener dos puntos menos que sus rivales, todo está por decidir en la segunda vuelta de la competición.

Finalizada la primera parte de la competición, los estradenses marchan terceros con 26 puntos. Por encima de ellos y con dos puntos más en su cuenta se encuentran dos rivales que no estaban llamados a pelear tan arriba, el Pazos de Borbén y el A Pontenova. Ambos equipos han vivido en las once primeras jornadas de dos bloques compactos y bien trabajados, con los que han conseguido sorprender a los siempre alegres filiales y a los equipos de más nombre, obligados en muchos casos a llevar el peso del partido del que ellos escapan. Por detrás de los tres primeros se abre una brecha de seis puntos tras la que aparece el poderoso Ribeira, un equipo que no ha dado el nivel esperado inicialmente.

Mismo nivel

Lo mejor de la temporada del Vasán-Inversia es que su nivel competitivo no ha bajado a pesar de los cambios realizados en pretemporada. La llegada al puesto de entrenador de Sesar en detrimento de Juáncar trajo un nuevo concepto a la hora de gestionar un plantel consolidado durante las dos temporadas anteriores. Sesar deshizo el sistema de rotaciones de su predecesor y abrió de par en par las puertas a los jóvenes jugadores. La meta, ganar presente y al mismo tiempo asegurar un futuro para el fútbol sala estradense. Ulla, Martín, Chispa, Hugo, Edu o David disfrutaron de un día para otro del protagonismo necesario, todo bajo la supervisión de jugadores contrastados como Moro, Tojo, Fabián, Rebo, Botel, Kinso o César.

Ante la juventud y pérdida de minutos de los pesos pesados, Sesar apostó por subir ritmo de juego. El técnico, con una plantilla generosa, reclamó más esfuerzo en la presión y velocidad en el movimiento con y sin balón. El resultado es un Vasán-Inversia más ágil, capaz de plantear partido a un ritmo de vértigo. Medirse con ellos en ese sentido es complicado para rivales acostumbrados a rotaciones cortas. La opción, buscar las contras y hacer daño en los espacios, un juego al que los estradenses han ido poco a poco adaptándose para contrarrestarlo.

El resultado de esta nueva propuesta es un equipo que mantiene su tradicional solidez en el pabellón Coto Ferreiro, un pabellón donde ha ganado todos los partidos que ha disputado esta temporada y todos ellos, salvo uno, por más de dos goles de ventaja. A pesar de ceder en la primera vuelta dos empates y una derrota, los estradenses saben que esos tropiezos llegaron en tres de las pistas más complicadas de la categoría. Las salidas a Pazos de Borbén, Santiago y Ribeira ya son historia y esos equipos tendrán ahora que venir a A Estrada.

Precisamente, el Vasán-Inversia iniciará la segunda vuelta con un partido clave para sus aspiraciones, Mañana recibe en el Coto Ferreiro al Pazos de Borbén, uno de los tres equipos metidos junto a ellos en la lucha de tres.