El Agrupación Estudiantil no pasó del empate, ayer en San Martiño, en un partido que por momentos se parecía más a un choque de waterpolo. Los celestes merecieron mejor suerte sobre la impracticable hierba sintética de San Martiño delante de un Unión Deportiva Paiosaco-Hierros que saco aprovechó de su único disparo a puerta de todo el partido para sumar un punto en su casillero particular.

El encuentro estuvo muy condicionado por el mal estado del campo donde fue imposible dar dos pases seguidos desde el pitido inicial. Sin embargo, el Estudiantil supo adaptarse mejor que su rival a esta circunstancia para poner en peligro los dominios de un Adrián que fue el mejor de los coruñeses. Iker fue el primero en avisar para los de Loimil, pero erró en el mano a mano con el cancerbero visitante cuando toda la grada de San Martiño ya cantaba el primero de la tarde. Tuvo que ser su compañero Alfonso quien abriera el marcador cuando el reloj marcaba el minuto 23. Un magnífico zapatazo con la izquierda del "2" local se coló como una exhalación por la escuadra de la portería del Paiosaco para poner por delante a los de Manolo Blanco y Pachi de forma merecida. Al descanso se llegó con la victoria por la mínima de los celestes sin que el cuadro de Laracha diera señales de vida en las inmediaciones del área de Makelele.

La segunda mitad todavía exigió aún más a los jugadores debido al agua acumulado sobre el terreno de juego. Iker y Brais Calvo dispusieron de las mejores ocasiones locales para sentenciar la contienda, pero la fortuna se alió con el Paiosaco en el minuto 63, cuando una pared de la delantera visitante al borde del área fue aprovechada por Iván Torres para picar ante la salida a la desesperada de Makelele. El excesivo premio para los de Jesús López fue suficiente para un reparto de puntos a todas luces injusto, que no dejó satisfecho al banquillo local a la conclusión del duelo.