El Estudiantil perdió ayer por la mínima en la visita del Bertamiráns al campo de San Martiño. Era un partido especial para el equipo estradense, que tenía en las filas del equipo rival a un gran número de jugadores que en las últimas temporadas pasaron por sus filas y la intensidad mostrada sobre el campo respondió en gran medida a lo esperado de un derbi. El mal estado del terreno de juego, la lluvia y el viento terminaron por convertir el encuentro en un choque de trenes en el que el orden, la mayor confianza y la pizca de fortuna que tuvo el equipo dirigido por Javi Touriño fueron determinantes.

En el escaso margen que dejaba el marco sobre el que se desarrolló el partido, quedó claro que la mejor opción para ambos equipos pasaba por buscar un fallo de su rival. En ese sentido estuvo más afortunado un Bertamiráns que encontró el regalo del Estudiantil al minuto de empezar. Un disparo lejano sin aparente peligro terminó convirtiéndose en un rechace de Makelele. Varios jugadores acudieron a por el balón muerto, derribando la defensa local al delantero visitante. El claro penalti le sirvió a Pablo para conseguir el primer y único tanto del partido.

Ese tanto dejó al Estudiantil la difícil misión de buscar la igualada y de llevar un peso que nadie de inicio quería tener a sus espaldas. Los locales buscaron balones largos en busca de la generosa pelea de Iker como punto de partida para encontrar la calidad de Brais y Colón. Por momentos consiguieron enlazar, aunque las ocasiones durante la primera parte fueron escasas. Un centro envenenado de Aguado y un córner que casi empuja Peiteado fueron las más claras. El Bertamiráns por su parte se limitó a aguantar sin demasiado apuros las acometidas estradenses.

Tras el paso por vestuarios el Estudiantil salió fuerte y encontró un par de ocasiones peligrosas en las botas de Brais Calvo. Poco a poco las fuerzas se fueron igualando y las ocasiones pasaron a ser para los visitantes. Juan y Astray tuvieron las más claras, en ambos casos aprovechando los riesgos que corrían los locales. En los últimos minutos, Iker y Brais, en un remate de córner, tuvieron la oportunidad de colocar la igualada.