Tras el encuentro, la junta gestora que dirige el Estudiantil mostró su malestar por la actuación arbitral y no escondió su sorpresa al saber que el comité había mandado a este partido a un colegiado que reside en el Concello de Ames. El portavoz de la gestora, Félix Devesa, anunció que el club presentará una reclamación ante la federación por este caso. En ella recogerán además el trato que el árbitro, Miguel Ángel Castro, tuvo con sus jugadores. Según denuncian desde el equipo estradense, esta actitud rozó la falta de respeto en muchos casos. Contrastaba lo que calificaron como "una actitud chulesca" con el trato que dispensaba a los jugadores del Bertamiráns, a quien parecía conocer como amigos. Desde el Estudiantil entienden que las decisiones del árbitro, aunque no las comparten al cien por cien, no tuvieron que ver en el resultado final, pero consideran que el trato correcto y la imparcialidad deben estar por encima de todo.