La junta gestora que dirige el Estudiantil ha anunciado la destitución del entrenador compostelano Francisco Raviña. Los directivos han tomado esta decisión con el objetivo de encontrar un revulsivo para un equipo que marcha decimoquinto en la clasificación. La decisión ha pillado por sorpresa al propio Raviña, especialmente tras la mejoría de resultados en las últimas jornadas, una buena racha en la que el equipo salió de puestos de descenso. El director deportivo de la entidad, José Antonio Rial, ya se ha puesto manos a la obra en la búsqueda de un sustituto, aunque desde la directiva no se han marcado un plazo para cerrar un relevo. De manera interina se harán caro del equipo el preparador físico, Manuel Blanco, y el segundo entrenador, Francisco Carballeda "Pachi". Ellos serán, salvo novedad, los que dirijan al equipo estradense en la jornada del próximo domingo.

El portavoz de la junta gestora, Félix Devesa, explicó ayer que esta decisión obtuvo el respaldo de la mayor parte de la directiva. "Nos habíamos marcado un plazo y, no sabemos exactamente por qué, pero este equipo no termina de dar el nivel que creemos que puede dar. Consideramos que podemos estar más arriba", afirmó. "Sabemos que es una decisión arriesgada porque nunca sabes si te va a salir bien. No fue fácil pero es mejor no esperar más. Es un momento crucial de la temporada y debemos tomar medidas. El tiempo dirá si fue una decisión acertada o no", añadió en este sentido. Devesa apuntó además que la derrota del pasado domingo en casa ante el Puebla pesó en la destitución. "Estábamos dándole vueltas pero decidimos aguantar. Esa derrota sin embargo fue una gran decepción", sentenció.

Raviña por su parte reconoció su sorpresa por la decisión tomada por la junta gestora y que le comunicó Rial. "Me da pena porque estoy convencido de que el equipo iba a ir hacia arriba con la recuperación de hombres importantes. Solo me queda aceptarlo. Son decisiones que se dan en el fútbol y que los entrenadores tenemos que asumir. Me sorprende sin embargo el momento. Me lo puedo imaginar pero no sé el motivo concreto de esta decisión", explicó.

El entrenador pone así punto y final a una temporada complicada en todos los sentidos. "Fue un proyecto complejo desde el principio. Hubo que hablar con los jugadores porque comenzaron sin director deportivo, tuvimos el problema de los entrenamientos y el reparto de jugadores con el Compostela, muchas lesiones de jugadores importantes... No fue fácil", manifestó. "Es cierto que la derrota ante el Lemos fue un batacazo para nosotros pero conseguimos recuperarnos. Tanto en los partidos como en los entrenamientos se veía que íbamos a más. Después de dos victorias y un empate la racha se cortó el pasado domingo pero fue una derrota que no merecimos", argumentó.

Raviña y la junta gestora tenían previsto reunirse en la noche de ayer para saldar sus acuerdos económicos y dar por finalizada su etapa en común.