Pocas veces una victoria deja tan mal sabor de aquí como la conseguida ayer por el Embutidos Lalinense Balonmán Lalín en su visita al Príncipe Felipe de Pontevedra. Los rojinegros derrotaron casi sin querer al Vitaldent Balonmán Pontevedra en un duelo donde la falta de actitud visitante fue lo más reseñable. Los del Arena se llevaron los 2 puntos más por inercia que por méritos propios, e incluso perdieron a Roberto Álvarez por roja directa cuando quedaban casi un cuarto de hora por la conclusión en una fea acción del zurdo.

El partido resultó más igualado que lo que cabía esperar , sobre todo por las facilidades dadas por el Lalinense a un Vitaldent que volvió a demostrar el porqué de su mala clasificación. La apatía reinante en el conjunto dezano llegó a desesperar tanto a su banquillo que ni siquiera el técnico Paco Aguiar quiso entrar a valorar el papel de los suyos a la conclusión. Josiño fue el único que se salvó de la quema, ayer, a orillas de Lérez en una jornada para olvidar y donde, como bien señalaba el propio Aguiar tras el choque, lo mejor fueron los puntos conseguidos y haber podido acabar con la racha de malos resultados que arrastraba el equipo.

El Vitaldent presentó batalla desde el bocinazo inicial consciente de su inferioridad, no encontrando apenas respuesta por parte del Lalinense. Los empates fueron una constante durante la primera media hora, llegándose al descanso con una mínima ventaja visitante. El guión no varió nada en la reanudación, y sólo la calidad de los de Lalín bastó para que al final el marcador reflejara una ventaja de cinco goles para los de Paco Aguiar. Un parcial de 0-4 a falta de diez minutos terminaron con el sueño local de poder dar la campanada ante un irreconocible Lalinense.