Molesto y sin ganas de hablar terminó ayer el entrenador del Lalinense el encuentro que los suyos disputaron en Pontevedra. Por primera vez desde que ocupa el cargo de entrenador del primer equipo, Aguiar declinó realizar ningún tipo de declaración sobre la actuación del equipo. Con un lacónico "hoy prefiero no entrar a valorar nuestro juego" zanjó el técnico su comparecencia ante los medios. La negativa del entrenador estuvo acompañada por su reconocimiento de que "lo mejor fue haber conseguido los puntos en juego y terminar con la racha de tres derrotas consecutivas que llevábamos". En el seno del vestuario lalinense cundió anoche la idea de que el hecho de que el rival se otorgara el papel de víctima antes de la contienda pudo haber propiciado un relajamiento en la plantilla, algo que el propio Aguiar advertía en las páginas de FARO DE VIGO en la previa del enfrentamiento. De hecho, la indolencia mostrada por buen parte del Lalinense, ayer en Pontevedra, será a buen seguro una cuestión a debatir durante el regreso del equipo a los entrenamientos por parte de sus responsables. Sea como fuere, el silencio del entrenador a la conclusión del choque habla muy a las claras del profundo malestar del cuerpo técnico con la imagen ofrecida en la visita a Pontevedra.