La dimisión de Rocío García como presidenta de la entidad pone fin a ocho temporadas de mandato de su familia. El club de Loimil creció de la mano de José García, más conocido como O Peixeiro de Cirela. El empresario fue directivo del Club Deportivo Lalín, club que intentó presidir sin éxito. Posteriormente puso su punto de mira en el Club Deportivo Estradense, perdiendo en las elecciones a la presidencia. En ese punto decidió empezar por abajo. Se hizo cargo de un Estudiantil que languidecía en Tercera Autonómica al borde de la desaparición. Ocho años después, ese pequeño club del rural estradense ya acumula tres temporadas consecutivas en Preferente Autonómica. Pasó un año en Tercera Autonómica y otro en Segunda. En Primera estuvo tres temporadas hasta lograr el ascenso a Preferente. El Peixeiro ya no pudo presenciar ese ascenso, ya que falleció esa temporada. Las riendas del equipo las cogió su hijo, José García, quien también lo había acompañado como directivo en el Lalín y posteriormente en el Estudiantil. García siguió las pautas marcadas y heredadas de su padre, siempre con equipos ambiciosos y con poca paciencia a la hora de realizar cambios, tanto de entrenador como de jugadores. La tercera y última en llegar a la presidencia del Estudiantil fue su hermana Rocío García. Asumió el mandato el pasado verano, ya con oposición en las elecciones. Su presidencia sin embargo ha durado poco. Solo cuatro meses después su directiva se ha marchado y revelado, acabando de esta manera con un largo reinado.