El Estradense lleva varias temporadas apostando por una idea clara. Cantera, buen trato al balón, lineas adelantadas, presión generosa y un toque de calidad individual han sido los ingredientes que han adornado el juego de un equipo que ha roto moldes y que ha situado su propio listón en unas cotas elevadas. Los de Tinto iniciaron esta temporada con su hoja de ruta marcada desde hace tiempo. Mantenían los mimbres y las ideas estaban asentadas, así que solo restaba sentarse y ver como todo volvía a encajar. Los rojillos sin embargo se han encontrado con un problema inesperado, no son los mismos.
El balón ya no corre como antes y eso merma la confianza de un equipo que en los últimos años ha derrochado desparpajo y convicción a pesar de sus limitaciones. Una pretemporada marcada por el play-off de ascenso, lesiones y la tardía puesta a punto de algunos de sus hombres importantes han marcado los primeros pasos del equipo estradense. Sin embargo y a pesar de esos problemas, el equipo ha logrado meterse en la zona alta de la clasificación.
Tres victorias y un empate en las últimas cuatro jornadas han lanzado a los rojillos, una etapa en la que además han tenido que visitar campos complicados como el de Valladares o Mondariz, además de recibir a equipos llamados a estar arriba como Porriño o Céltiga. Los rojillos son ahora sextos en la tabla, a solo tres puntos del segundo clasificado y a dos del tercero, un Gondomar al que recibirán el próximo fin de semana en el Municipal de A Estrada. Una victoria les permitiría meterse de lleno en los puestos de cabeza y todo a la espera de que sus piezas vuelvan a encajar.
Ante el Mondariz, los de Tinto se llevaron el partido por la mínima y lo hicieron, como ya ha ocurrido varias veces esta temporada, sin tener el balón como aliado. Los locales plantearon un partido de gran intensidad en un terreno de juego de reducidas dimensiones, una apuesta que fue incapaz de superar un Estradense que no lograba aguantar la posesión.
"No estuvimos bien con el balón pero a pesar de no tenerlo conseguimos una victoria muy complicada ante un rival que no debe estar ahí abajo", explicó el técnico. "Ya nos pasó ante el Valladares. Son partidos en campos pequeños en los que te ves por delante. Instintivamente el jugador va a dar importancia a ese resultado y a no darle concesiones al rival. El equipo estuvo bien en ese sentido. Tuvimos una gran actitud y corrimos mucho para terminar consiguiendo la victoria", añadió.
Tinto lamentó sin embargo el fallo del penalti, así como otras ocasiones de Mateo y Unai que pudieron matar el partido antes del pitido final. "El equipo hizo lo que tenía que hacer para ganar allí. Debemos darle importancia a estos tres puntos, que son lo mejor que se puede sacar de este partido", sentenció.
