El Embutidos Lalinense encajó ayer su primera derrota de la temporada. Los rojinegros cayeron pero lo hicieron con la cabeza alta ante un Calvo Xiria llamado a pelear en las primeras posiciones. Aguiar había pedido más a sus jugadores en la previa del encuentro y estos respondieron con un gran partido a nivel de intensidad defensiva y juego. Su falta de acierto en el lanzamiento en momentos claves y su escaso fondo de armario terminaron por condenarlos ante un Xiria con pocas fisuras y que estuvo liderado por el lalinense Uxía Batán, autor de doce importantes goles.

El encuentro jugado ayer en el Lalín Arena fue de los que hacen afición. Ambos equipos llegaban imbatidos a la tercera jornada y la ilusión generada hizo que el pabellón registrase una buena entrada. Sobre la pista, el duelo se movió a rachas, con mandos repartidos, mucha emoción y jugadas polémicas. La primera de ellas llegó a los trece minutos, cuando los colegiados decidieron expulsar a Martín al golpear la cara del meta visitante con el balón en una pena máxima. Esa expulsión terminaría siendo clave para un Embutidos Lalinense con pocos recambios.

El esfuerzo de los locales permitió que el partido se fuese igualado al descanso. A su regreso, el panorama cambió. Los visitantes apretaron y llegaron a abrir una brecha que llegó a alcanzar los seis tantos. Lo que parecía se convertiría en la sentencia de los rojinegros se destapó como un punto de partida para una remontada que se culminó a falta de doce minutos con el empate a 23 en el marcador.

El esfuerzo para completar esa remontada terminaría pasando factura a un Embutidos Lalinense que encajó a partir de ahí un parcial de 0-5 que sería definitivo ya sin margen para reaccionar.