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fútbol - Base

Volver al punto de partida

El tándem formado por los entrenadores Pencho y Blanco regresa seis años después de su etapa en el Estradense para integrarse en el proyecto de la nueva escuela

Pencho y Blanco, ayer, en los jardines municipales de A Estrada. // Bernabé/Javier Lalín

Pencho y Blanco asumirán esta temporada la dirección de uno de los equipos prebenjamines. No son dos entrenadores cualquiera. Desde hace veinte años ambos han trabajado en la base del Callobre, con un claro afán por formarse y aumentar sus conocimientos, tanto en el plano de formación física como en el de entrenadores. Su trabajo y su fama les terminó por abrir las puertas del Club Deportivo Estradense, equipo en el que ambos jugaron. Se hicieron cargo de un ambicioso proyecto con el objetivo de pelear en la parte alta de Preferente y coquetear con el ascenso a Tercera. No lo lograron a pesar de estar muy cerca. Dos años después de su llegada abandonaron el club en busca de descanso y de tiempo para sus familias.

Pasados seis años desde su retirada, ambos volverán a formar tándem. Pencho regresa a los banquillos tras pasar todo este tiempo sin entrenar. Blanco no se alejó de todo, ya que siguió ejerciendo como preparador físico en diferentes equipos, un cargo que ocupa actualmente en el Estudiantil. El motivo de su regreso es el nuevo proyecto de base unificada iniciado por la Escola Estradense de Fútbol Base. "Son gente contrastada que nos dará un plus", reconoce el presidente de la entidad, Marcos Piñeiro "Pacheco". Fue el dirigente el que apostó por su regreso, planteándoles una propuesta que no dudaron en aceptar. "Nos dio la oportunidad de estar aquí y estamos encantados", reconoce Pencho.

El tándem aguarda aportar su granito de arena en un proyecto que analizan con ilusión y que no es nuevo para ellos. Durante su etapa como entrenadores del Callobre, ambos encabezaron un intento por poner de acuerdo a las dos canteras de A Estrada, Callobre y Sporting Estrada, para trabajar unidas pero no llegó a fructificar. Años después y ya como entrenadores del Estradense volvieron a intentar poner en marcha un proyecto de cantera unificada para el municipio, que de nuevo volvió a quedar en nada. Ahora han sido otros los que han conseguido que ambas entidades se pongan de acuerdo en la necesidad de crear una cantera única y fuerte que termine redundando en una mejor formación de los jugadores.

"Lo bueno es que se logró hacer algo que tanto buscamos. Esta generación que cogemos nosotros es la que está llamada a ir abriendo camino y es un orgullo ser su entrenador. Nosotros lo intentamos, tanto en el Callobre como en el Estradense pero por una razón o por otra no fructificó. Es un tema complicado y nada fácil de hacer porque hay dos entidades con una historia detrás a las que debes respetar. Por otro lado están los niños, que solo quieren jugar y aprender. Eso es lo que se debe buscar, por encima de rivalidades internas que no ayudan a esa formación", explicó Pencho.

El técnico considera que el faro del Estradense debe ser el que guie los pasos de las canteras a la hora de trabajar. "El Estradense está apostando por los jugadores de la base y ahora mismo tenemos un equipo competitivo en Preferente prácticamente solo con jugadores de la casa. Para conseguir tenerlo en Tercera es necesario que los equipos de la base estén en categorías más altas. Ahora están empezando a llegar al Estradense jugadores que vienen de Gallega pero hace seis o siete años los equipos estaban todos en categorías provinciales. Empecé a trabajar con la base hace veinte años y nunca hubo un sostén claro. La historia dice que en los últimos veinte o treinta años hubo muy pocos jugadores de A Estrada que llegasen a jugar en Segunda B. Eso demuestra que la base necesita algo más", argumentó.

A nivel personal, el técnico reconoció que su meta es conseguir que los niños se diviertan y aprendan jugando. "Ahora nos toca trabajar y aportar nuestra experiencia y nuestros conocimientos. Volvemos con ilusión porque es un volver a empezar veinte años después. Con estas edades lo mejor es dejarlos jugar. Tanto Blanco como yo sabemos dónde nos metemos. Llevamos veinte años trabajando con niños y disfrutamos con ellos, tanto que cuando salimos del colegio queremos seguir entrenando con ellos", manifestó el entrenador al tiempo que destacó la importancia de dar a los niños una "educación futbolística".

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