- ¿Cómo ha vivido ese debut en Segunda B con el Compostela?
- La verdad es que fue todo un poco sorprendente. El domingo anterior iba con mi padre a un torneo que teníamos con el equipo juvenil del Compostela y comentamos lo mucho que pueden cambiar las cosas en el fútbol de un día para otro. Nada más llegar al campo me comentaron que no iba a jugar. Me tenía que ir de viaje con el primer equipo. Para mí fue una gran alegría. Fui ese día a entrenar con ellos y al día siguiente ya que dijeron que iba a ir con ellos a Navarra. Eran seis días de viaje, porque había Copa del Rey y Liga. Si lográramos pasar de ronda habrían sido ocho. Tuvimos sin embargo la mala suerte de no pasar en la copa, así que solo nos quedamos hasta el partido de Liga.
- Sorprendió porque parecía que su convocatoria con el primer equipo iba más centrada en servir de fondo de armario para el partido de Copa ante el Tudelano pero al final terminó jugando en Liga.
- Personalmente también me esperaba jugar en la Copa y no en Liga pero eso al final es lo de menos. Para mí fue una gran experiencia. Estuve genial con todos los compañeros. Eso es lo importante. No conseguimos ganar ninguno de los dos partidos pero esto no es cómo empieza, sino cómo acaba. La afición debe estar tranquila y seguir apoyando al Compostela porque hay un gran equipo.
- ¿Le dijo algo el míster antes de saltar al campo?
- No. El míster da la charla en el hotel antes de salir para el campo. Luego ya no tiene que explicarle nada a nadie. Todos los jugadores tienen ya la motivación necesaria para salir al campo en una categoría como esta.
- ¿Notó la diferencia sobre el campo y los nervios?
- Salí al campo en los últimos minutos y con el 1-0 en contra. La afición del Izarra apretaba mucho. Es una experiencia verse ahí intentando marcar un gol, aunque creo que tendría más presión si el resultado fuese en contra y hubiese que intentar mantener el resultado. Aún así es un nivel superior y tengo que adaptarme. Son cosas que se van cogiendo con los entrenamientos con el primer equipo. El ritmo de juego es totalmente diferente. Las diferencias entre unas categorías y otras están en el ritmo. Tienes que adaptarte rápido. En ese ayuda el tener un buen equipo al lado para arroparte.
- Disfrutó incluso de ocasiones para marcar el tanto del empate.
- Sí, tuve una volea que se me escapó fuera por poco. A esas alturas del partido era sin embargo muy complicado intentar jugar. Estábamos ya colgando muchos balones, con un fútbol muy directo.
- ¿Y ahora que? ¿Vuelve a los juveniles o se queda entrenando con el primer equipo?
- Me vuelvo con los juveniles a la espera de ver lo que me dicen. Lo más normal es que juegue con los juveniles y si algún día me necesitan me llamarán. Depende del puesto que necesiten cubrir. Me toca trabajar y esperar.
