El Balonmán Lalín quiere tener nuevo entrenador para la primera plantilla antes de que finalice el presente mes de junio. Así lo manifestó ayer uno de sus directivos, Ventoso, que también reconoció que "la directiva quiere que siga Budi pero él no está por la labor". En este sentido, desde la junta que preside Azurmendi se muestran cautos pero, también, esperanzados en poder convencer al técnico de su continuidad a pesar de sus públicas reticencias a seguir en el puesto.

Tal y como se comentó en la asamblea del pasado miércoles, el Balonmán Lalín ha descartado por completo el fichaje de un técnico foráneo después de fracasar las negociaciones con Luis Montes, a los del Arena no les queda otra que echar mano de los hombres y mujeres de la casa para salir del atolladero. Sierra, Couso y Eva han declinado ya la propuesta a pesar de estar en posesión del título nacional, por lo que las opciones se restringen a la figura de Budi. "Lo que tenemos que tener cerrado este mes porque hay que hacer el equipo, y este año suben muchos juveniles", añade Ventoso.

Por lo que respecta a la posibilidad de crear un filial para la próxima temporada, el directo rojinegro también confirmaba ayer que no será posible su creación tanto por su inviablilidad económica como por la incerteza de saber cuántos jugadores formarían parte de los dos conjuntos. "El nuevo entrenador tendrá que hacer descartes", asegura Ventoso sobre los juveniles que formarán parte del cuadro que milita en la Primera Estatal para la próxima campaña. A pesar de todo, el miembro de la junta directiva está seguro de que al final Budi tendrá que ser el que vuelva a pilotar la nave rojinegra una temporada más, y muy a su pesar.