A sus 30 años Javicho se augura un pronto final de carrera pero su amor por el fútbol lo lleva cada pretemporada a darse un nuevo margen. Luce el brazalete de capitán del Ejido, en una Andalucía en donde ha encontrado un nuevo hogar y de la que ya solo regresa para visitar a familia y amigos.

- ¿Conseguido el objetivo de la temporada?

- Sí, lo conseguimos el pasado fin de semana. El ascenso estaba encarrilado antes de jugar. De hecho ni siquiera nos habría hecho falta la victoria para ascender por los resultados que se dieron en otros partidos. El ascenso era nuestro objetivo desde el principio y por eso se hizo una gran plantilla. Se hizo además sin pagar, porque aquí no cobra nadie.

- Sorprende oír eso teniendo en cuenta que milita usted en un equipo de una ciudad importante que toma el relevo de un histórico como era el Polideportivo Ejido.

- Sí. Este equipo hace dos años no existía. En las últimas dos temporadas conseguimos dos ascensos consecutivos para meternos en Tercera. Ahora veremos lo que se hace pero parece que quieren seguir para arriba. Será complicado porque ya estamos hablando de Tercera División. Los entrenamientos en esta categoría serán los mismos pero la exigencia será mucho mayor y estamos hablando de una plantilla en la que todo el mundo tiene su trabajo. A lo mejor estaría bien que nos diesen incentivado de alguna manera. Es algo que tenemos que decidir. Creo sin embargo que con la plantilla que tenemos ahora mismo podemos pelear por estar arriba en Tercera División.

- ¿Cómo valora la temporada realizada por su equipo?

- Hubo partidos muy complicados, principalmente fuera de casa. En esta categoría te encuentras sintéticos muy pequeños en los que sufrimos porque a nosotros nos gusta jugar al toque. En casa no teníamos problema, porque tenemos un estadio muy grande. Aquí no perdimos ningún partido. Estoy muy contento por el ascenso y por la propuesta del técnico.

- A nivel individual ¿cómo se ha visto?

- Bien y eso que tuve que acostumbrarme a jugar en una posición en la que solo lo había hecho tres o cuatro veces en mi vida, como mediocentro. Debo reconocer que al final me sentí muy cómodo en el medio. No me importaría seguir jugando ahí.

- ¿Qué le depara el futuro?

- Pues tengo ya 30 años y creo que me queda poco en el fútbol. El pasado verano ya estuve a punto de dejarlo. Empecé a jugar en el mes de noviembre porque me lo pidieron. Había un gran equipo, con varios jugadores que ya habíamos estado en Segunda B y con chavales formados en el Poli Ejido. Era un equipo que estaba muy bien para la categoría y eso anima. Ahora mismo no sé lo que haré. Supongo que dependerá del equipo que se confeccione.

- Lo que está claro es que su vida ya está ligada a Andalucía.

- Sí, por ahí ya solo voy de visita. Estoy totalmente afincado aquí.