Sufrida y trabajada fue la primera victoria del Clínica Deza Balonmán Lalín, ayer en Gijón, sobre el Tekniker Eibar, su primer rival en el sector del Estatal de Gijón. Tate fue el encargado de echarse a la espalda a un equipo que salió excesivamente relajado a la pista del La Guía ante un equipo, el vasco, que nunca le puso las cosas fáciles a los pupilos de Diogo. La poca intensidad con la que los del Arena iniciaron la contienda propició un parcial de 4-5 para los de Eibar a los 10 minutos del choque. El entrenador que ayer ejercía de local se vio obligado a pedir un tiempo muerto al cuarto de hora cuando los suyos perdían por 5-7 delante de un Tekniker que siempre dio muestras de conocer de antemano muy bien los puntos débiles del cuadro gallego. El receso sirvió de revulsivo al Clínica Deza, que a partir de entonces ajustó su defensa para darle la vuelta al marcador diez minutos después (12-9). Al descanso se llegó con un ajustado 13-12 para los del Lalín que presagiaba un segunda mitad complicada.

El Clínica Deza se puso el mono de trabajo en la reanudación liderado por un Tate que ejerció de desatascador del choque en los momentos cruciales. A su lado, Román también mostró su mejor versión en ataque para hacerse con los dos primeros puntos del torneo. Los del Arena se enfrentan hoy, a las 19:00 horas, a los riojanos del Knet Calasancio, que cayeron ante los anfitriones (25-23).