El Lalín alargó el pasado su buena racha hasta las siete victorias consecutivas gracias a su triunfo por la mínima en el campo del Céltiga. Los rojinegros siguen firmando números de récord con 31 puntos de 36 posibles en la segunda vuelta y todo antes de disputar el partido clave en su recién estrenado papel protagonista en la parte alta. Los rojinegros recibirán el próximo domingo en el Manuel Anxo Cortizo al Ribadumia, equipo que actualmente ocupa la segunda posición y por lo tanto en puestos de ascenso. Antes de este partido ambos equipos están separados por cuatro puntos. En caso de victoria los rojinegros se situarían a un punto, mientras que de perder volverían a distanciarse hasta los siete puntos más average, una distancia difícil de salvar con seis jornadas por delante.

Los rojinegros velan ya armas pensando en ese partido y lo hacen después de salvar una complicada salida a la isla. El entrenador dezano señaló que se trató de un partido muy duro ante un rival metido en la pelea por evitar el descenso. "Fue un partido en el que pudo pasar de todo. Sabíamos que lo importante era no descentrarnos porque había lluvia y viento y era difícil rasear el balón. Nos enfrentamos además a un rival muy intenso en la disputa. Tuvimos la suerte de adelantarnos en una jugada a balón parado que remató Imanol. Luego vivimos del resultado. Los esperamos un poco más atrás pero buscaban siempre los pelotazos. Tuvimos que estar fríos y calculadores con tanto balón dividido pero al final logramos sacar un partido en el que ellos también se jugaban mucho y lo dieron todo", manifestó.

Pichel puso una vez más en valor el trabajo de su equipo y apostó por mirar con ilusión al futuro: "A este equipos ya no se le puede pedir más. Vamos a sufrir porque tenemos un calendario muy complicado pero ahora estamos ahí y nos toca disfrutar del momento. Vamos a pensar solo en ganar cada partido. Si competimos como sabemos tendremos opciones", afirmó.

Una de las noticias positivas de la pasada jornada fue el regreso a los terrenos de juego de Brian tras más de un año en el dique seco por una lesión.