El Coreti Rugby Lalín tampoco pudo disputar ayer su encuentro aplazado con el Blusens Universidade de Vigo B. Una avería en el autobús que trasladaba a la expedición rojinegra a la ciudad olívica y el mal tiempo reinante en el campo de Lagoas- Marcosende forzaron la suspensión del último partido de Liga de los del Cortizo, que tendrán que seguir esperando para saber si juegan la promoción o aseguran la permanencia.

La accidentada tarde del Coreti dio comienzo cuando el conductor del bus de los lalinenses no pudo encender el autocar antes de partir hacia Vigo. Los lalinistas se pusieron en contacto con el club vigués para comunicarle su retraso por razones de fuerza mayor. Al cabo de un rato, el club vigués devolvió la llamada para comunicar que el árbitro de la contienda había tomado la decisión de suspender definitivamente el encuentro por dos motivos. El primero de ellos, el mal estado que presentaba ayer el terreno de juego de Lagoas-Marcosende debido a las intensas lluvias caídas durante esta pasada semana, y el segundo el previsible mal tiempo durante el transcurso del choque, puesto que se esperaban fuertes rachas de viento y lluvia en la zona donde se iba a jugar.

Por otra parte, tal y como habían comunicado desde el Blusens Universidade de Vigo, la iluminación del campo sería totalmente insuficiente en caso de que empezara a anochecer. Una vez decidida la suspensión otro autobús diferente recogió al Coreti en la autovía para traerlo a Lalín de vuelta.

Sea como fuere, el Coreti tendrá que esperar ahora a que la federación gallega se encargue de buscar una nueva fecha para disputar este encuentro, que ya se suspende por segunda vez consecutiva. La permanencia sigue pues pendiente.