-¿Teme perder fortaleza defensiva con su nueva apuesta por el balón?

-No, creo que hay que cambiar algunas cosas. El año pasado basábamos nuestro juego en no tener el balón y salir rápido. Este año tendremos más el balón. Se trata de cambiar el concepto para ir adaptándonos a estas nuevas ideas. Si vemos que no funciona siempre estamos a tiempo de ir modificando nuestra apuesta.

-En los últimos dos meses este club ha cambiado toda su organización interna. ¿Cómo ve el trabajo que ha realizado la directiva hasta el momento?

-Ya he dicho en varias ocasiones que nunca he visto una directiva así a pesar de que he estado en muchos equipos y categorías. Creo que la relación de amigos que tienen entre ellos ayuda mucho. Se están partiendo la espalda y estamos hablando de empresarios de peso en el pueblo y fuera de él. Es gente seria, que va a pelear cada céntimo de euro. El equipo está muy tranquilo en ese sentido. Lo que nos prometieron lo cumplieron incluso antes de lo que nos dijeron. A nivel interno, ves como trabajan y las cosas que están organizando y te das cuenta de que están capacitados para sacar esto adelante. El muerto era muy grande y poco a poco la cosa va creciendo. Van saliendo sorpresas que empeoran la situación pero estoy seguro de que lo lograrán.

-La mejor noticia para la plantilla tras años de incertidumbre sería precisamente la tranquilidad en el plano institucional.

-Sí, yo particularmente estoy muy tranquilo. Además, también veo al pueblo más volcado e ilusionado por ver a un Estradense con otra repercusión y con otra manera de verse por ahí fuera. Hay gente que llevaba años sin apoyar al club y que este año está deseando hacerlo. Solo hay que ver la cantidad de gente que ves en un entrenamiento. Hay veinte personas más diez directivos en la banda. Es sorprendente y es diferente. También de ser dos personas en la directiva pasaron a ser veinte. Viendo lo que tenemos detrás lo único que nos queda es trabajar y devolvérselo sobre el campo.