Rafa Vázquez afronta el reto de la final de la Copa Deputación con naturalidad y siendo realista. El entrenador del Erizana no oculta su satisfacción por el hecho de que un equipo de Primera Autonómica como el suyo se vaya a medir a un histórico como el Lalín para decidir el título provincial.

- ¿Cómo está viviendo el Erizana los días previos a la gran final de la Copa Deputación?

- Lo que es el equipo y la totalidad de la plantilla, con mucha ilusión después de haber pasado una temporada irregular en la Liga. La verdad es que la Copa que hicimos fue maravillosa e impensable cuando empezaron las eliminatorias. A medida que pasábamos los partidos fuimos cogiendo confianza.

- ¿Cuándo empezó a sospechar que podrían llegar lejos en la competición provincial?

- Después de la segunda eliminatoria con el Cañiza, al que vencimos por 2-5, y nos tocó con el Choco. Somos un equipo que se crece ante los retos y las adversidades, y por eso cuando le ganamos al Choco en Redondela por 0-2 ya parecía que la cosa pintaba muy bien. Luego, nos enfrentamos al Gondomar y llegó la final de la Fase de Vigo ante el Guardés que tampoco fue nada fácil, pero aquí estamos, y a ver qué es lo que pasa.

- ¿Es consciente de que el Lalín parte como favorito en el encuentro de Pasarón?

- Evidentemente, ellos son los principales favoritos pero nosotros a eso le restamos importancia. Y son favoritos porque nos enfrentamos a un club con una historia, que estuvo en Tercera División e incluso en Segunda B, y eso no fue por casualidad. Lo que pasa es que se trata de una final y cualquier cosa puede pasar en este tipo de partidos, como ya sabemos. No nos importa salir de víctimas porque es lo normal pero, como te digo, sin darle mayor trascendencia.

- ¿Qué tipo de partido se espera el domingo ante el Lalín en el campo del Pontevedra?

- A pesar de que nosotros tenemos un campo muy similar al de Pasarón, por la calidad que tiene el Lalín no nos interesa una final muy abierta. Ellos tienen muy buenos jugadores, sobre todo arriba, y por eso jugar un partido de ida y vuelta sería un suicidio para nosotros. Este tipo de choques hay que saber jugarlos porque te puedes encontrar con una sorpresa desagradable a menos que te descuides. Se trata de una final donde no hay vuelta atrás, así que habrá que afrontarla como mejor se pueda y con la mayor ilusión posible.