- ¿Dudó en algún momento de lograr el objetivo?

- Claro que dudé. Cada día y cada noche pensaba en la posibilidad de que no se pudiese conseguir. Desde el principio confiaba en estos jugadores y en nuestro trabajo pero sabía que iba a ser difícil. Desde agosto sabía que íbamos a sufrir y así fue. Hubo sin embargo un momento clave en enero en el que el club se tambaleó con varias noticias negativas a nivel económico. Ahí lo vi más complicado. Hubo que sacar fuerzas de donde no las había. Fueron necesarias varias reuniones con los jugadores, donde creo que demostraron su amor por el Estradense.

- ¿Qué depara el futuro?

- Siempre que hay un proceso electoral, toca esperar. De mi futuro personal hacia el Estradense no sé nada. Hacia otros clubes no tengo nada decidido, aunque hay algún contacto. No tengo muy claro lo que voy a hacer. Esperaré primero a ver lo que pasa aquí, aunque el tiempo apremia.