A falta de ponerse en juego los últimos seis puntos, cinco equipos están destinados a jugarse las últimas plazas de descenso a Primera Autonómica en el Grupo Sur, aquellas producidas por los arrastres desde Tercera División. La caída del Céltiga hará que, como mínimo, uno de esos cinco termine bajando, mientras que el posible descenso del Villalonga haría caer a otro de ellos. Uno de esos cinco equipos que todavía deben salir de la quema es el Estradense, quien se jugará la permanencia con otros dos equipos implicados en a la lucha, Arenteiro -quien visitará A Baiuca el domingo- y Mondariz -a quien visitarán en la última jornada-. Los de Tinto necesitan vencer uno de estos dos partidos para asegurar su continuidad en la categoría. Un empate ante el Mondariz también sería suficiente para mantenerse.

El entrenador del Estradense reconoció sin embargo que su meta debe ser vencer al Arenteiro y no llegar a la última jornada con todo por jugarse en el campo del Mondariz. "El domingo jugamos una final. Llevo diciendo desde hace mes que este iba a ser el partido en el que nos íbamos a jugar todo y así será. Necesitamos que la gente venga a apoyarnos. Tenemos que ganar o, como mínimo, sacar el mismo resultado que el Mondariz en Pontellas para no jugarnos nada en al última jornada", manifestó.

El Estradense se ha visto obligado a esta apretada situación final por culpa del fuerte ritmo impuesto por los equipos de la parte baja y a sus derrotas en Sanxenxo y Portonovo. Tinto lamentó especialmente este segundo tropiezo dada la buena imagen que mostraron. "Fue nuestro mejor partido de la temporada fuera de casa. Incluso hubo momentos en los que tocamos demasiado el balón. Quisimos entrar con él en la portería. Nunca metimos a un rival tanto en su área como en este partido. Hasta el minuto 70 el dominio fue nuestro pero a partir de ahí ellos reventaron y se fueron atrás. Fue una pena esta derrota", argumentó.