El Xuven no ha podido mantener su plaza deportivamente en LEB Plata. El partido en La Roda era una final a la que los cambadeses llegaban dependiendo de sí mismos para evitar el descenso, pero una vez más se volvió a demostrar que la suerte no ha jugado de parte del equipo prácticamente nunca en toda la temporada.

Ganarle a uno de los mejores equipos de la competición en su propia cancha era la tabla de salvación de los amarillos y se quedaron muy cerca de conseguirlo. A falta de dos minutos el marcador era de 68-69 para el Xuven que, desgraciadamente, ya no volvería a anotar ante un rival que tuvo esa dosis de fortuna necesaria para decantar un final igualado con la ansiedad del rival como aliada.

El acierto de los albaceteños fue digno de una exhibición desde el inicio. Las siete primeras canastas convertidas fueron de tres puntos, algo realmente difícil de ver en cualquier categoría. Pese a ello, los de Chiqui Barros se mantenían en partido con su perímetro produciendo puntos y un buen ritmo de juego.

La entrada en juego de Jeff Coby aportó más presencia en el juego interior. El norteamericano hizo un extraordinario encuentro cifrado en 21 puntos y 16 rebotes, pero no pudo evitar que La Roda siguiese abriendo las diferencias con diez triples anotados a la llegada del descanso (46-30).

La situación obligaba a mirar para Plasencia y desde allí las noticias tampoco eran nada halagüeñas. Para colmo, los albaceteños volvieron a mostrar puntería en el arranque del tercer cuarto con Samsom en un papel protagonista. La ventaja seguía aumentando de manera irremediable. El 66-46 con el que se cerró el cuarto obligaba prácticamente a un milagro para ganar el partido. Eso o esperar que Ávila reaccionase y ganase en Plasencia y el Xuven prefirió apostar a lo que podía controlar.

Los cambadeses se mutaron entonces pasando de ser un equipo alicaído a convertirse en casi inexpugnable. Más de seis minutos fue capaz de dejar sin anotar a los locales para endosarles un 0-16 de parcial los primeros cuatro minutos del último cuarto. Coby parecía imparable y Orellano secundaba ese gran trabajo ofensivo culminado por un triple de Martín Bello para un 66-62.

Entonces el partido se trabó ofensivamente. Durante casi tres minutos ningún equipo fue capaz de anotar. Luego se culminó la remontada (68-69) a dos minutos de final gracias a una canasta y adicional de un renqueante Yago Estévez para cerrar un increíble parcial de 2-23. El Xuven acariciaba la posibilidad de ganar después de estar totalmente desahuciado. Pero en la siguiente acción, llegó una canasta de Noguerol acompañada de la quinta falta de Coby.

Con 70-69 los cambadeses agotaron su posesión y Placide, desde el tiro libre, amplió la renta (72-69). Restaban 59 segundos y el Xuven tuvo hasta cuatro opciones de lanzamiento en el ataque siguiente, el último de Poyatos sin oposición bajo tablero, pero no hubo manera de anotar y La Roda rubricó la victoria desde el tiro libre para fatalidad de un equipo que, entre lágrimas, se fue ovacionado del pabellón.