El Villalonga y sus circunstancias visitan Barraña (17.30 horas) para medirse a un Boiro que también se ha quedado sin alicientes clasificatorios.

Los de Luis Oliveira, con el descenso a punto de confirmarse matemáticamente, apelan a su dignidad competitiva para ofrecer la mejor versión posible pese al limitado estado actual de la plantilla.

Enfrente tendrán a un Boiro capaz de lo mejor y lo peor y especialmente errático en sus partidos como local. Sin ir más lejos ha perdido cinco de los seis últimos partidos allí disputados.