El Ribadumia consiguió sumar ayer un triunfo de mucho mérito, una victoria que pone casi en la mano la permanencia a falta todavía de muchas jornadas, siempre pendiente de la cantidad de arrastres que puedan registrarse. Los de Luis Carro ven así como se premia el buen juego que llevan ofreciendo toda la temporada, un buen juego que no siempre les ayudó a conseguir puntos pero que se ha convertido en signo de identificación de los aurinegros.

Mientras, el Choco vio interrumpida su escalada hacia los puestos de privilegio de la tabla clasificatoria al romper su racha de cuatro victorias consecutivas y siete jornadas sin perder ante un Ribadumia muy sólido sobre el césped de Santa Mariña y justo ganador de los tres puntos en juego. La derrota deja a los redondelanos con opciones mínimas de colarse en esa pelea que mantienen hasta cinco equipos por dos puestos que permitan disputar los play off de ascenso.

Y eso a pesar de que el conjunto de Marcos Montes empezó bien el partido, dominando la posesión como suele ser habitual en los redondelanos, llevando la disputa del encuentro al campo rival. Además, Ricar en banda derecha y Chiqui en el sector izquierdo daban continua sensación de peligro aunque sin generar ocasiones reales de gol.

Hasta que poco después del cuarto de hora de encuentro, en un saque de esquina, el Ribadumia sacó provecho de su momentánea superioridad numérica al encontrarse Xian fuera para ser atendido por un golpe en la nariz. Así, Miguel encontró el hueco en el segundo palo para, libre de marca, cabecear al fondo de la portería de Cortegoso.

Al Choco le costó mucho asumir el golpe recibido y se marchó al intermedio sin haberlo digerido aún de todo. En el descanso, Marcos Montes aclaró las ideas de sus jugadores, que protagonizaron otro buen inicio de segunda mitad. De hecho, Chiqui tuvo en sus botas el empate pero falló en el control cuando encaraba ya solo a Ángel, permitiendo a los defensores alejar el peligro en el último momento.

Poco a poco, el Ribadumia empezó a sentirse más cómodo en su papel de equipo dominado, esperando un contragolpe que pudiera sentenciar definitivamente el encuentro. Esa acción acabaría llegando en el minuto 83 tras un despeje de Javi a un centro lateral que acabó en los pies de Cerqueiras, quien, con un disparo raso, consiguió superar a Cortegoso para firmar el 0-2 y sellar el triunfo visitante.