La jornada en Tercera División presente alicientes de todo tipo para los representantes arousanos. Por la parte alta de la tabla es el Arosa el que tiene que demostrar sus méritos ahora que la carrera por alcanzar una de las cuatro primeras plazas entra en su fase definitiva.

Por abajo, Céltiga y Ribadumia todavía tienen faena por delante para certificar una permanencia que tienen muy bien encarrilada, pero que todavía tiene latente la amenaza de los posibles descensos de equipos gallegos de Segunda División B. Mucho más complicado lo tiene un Villalonga, que a diez puntos de la superficie clasificatoria, está a expensas de una remontada milagrosa para no perder la categoría.

Muchos de los focos apuntarán directamente esta tarde al campo de A Lomba (18.00 horas), pero no al de Vilagarcía sino al de Ponteareas. Allí será donde el Arosa tratará de evitar aquello que les sucedió ni más ni menos que a Compostela y Bergantiños, es decir, una derrota a manos de los jugadores de Yago Yao.

Con una única victoria en los últimos cuatro encuentros, los de Jorge Otero son muy conscientes que conviene reaccionar cuanto antes, pero del mismo modo saben que la empresa ante el Areas no es cosa menor. La necesidad de los locales de hacerse fuertes en su campo es perentoria. Los 31 puntos que suman se convierten en máxima motivación, más aún en el que será uno de los cuatro últimos encuentros que le restan por disputar como local.

En el Arosa la única ausencia obligada será la de Anxo, no recuperado de unas molestias musculares. El resto de la plantilla está a disposición de Jorge Otero para conformar un once que pueda frenar la tendencia al alza de un rival muy mejorado.

El Ribadumia será el único equipo arousano que ejerza esta jornada de local. Lo hará recibiendo en A Senra (17.30 horas) a un Arenteiro que se encuentra en misma tesitura que el Areas, es decir, con 31 puntos y altamente necesitado de puntuar en cada uno de los domingos que restan para finalizar la competición.

La situación de los de Luis Carro es mucho más holgada. Con 37 en su casillero, su objetivo es no complicarse el objetivo en este tramo final de competición. Para ello saben que los partidos en casa son determinantes, más aún tratándose de rivales que están por debajo en la clasificación.

Con ocho derrotas en las últimas nueve jornadas los de O Carballiño llegan en una dinámica que convierte su partido de hoy en un clavo ardiendo.

El Céltiga tampoco se puede guardar nada en el Manuel Candocia (18.30 horas). Allí espera un Somozas que tampoco está en disposición de bajar la guardia puesto que está a un solo punto de la cuarta plaza.

Curiosamente es en su propio campo donde los coruñeses están mostrando más dificultades para ganar. Tanto es así que han hecho cuatro empates y un único triunfo en los últimos cinco encuentros allí disputados. Por contra, el Céltiga necesita salir de la crisis que le acompaña, sobre todo en materia realizadora, para seguir acercándose a la puntuación necesaria para dar por confirmada su continuidad en la categoría.

Por su parte, el Villalonga visita al Laracha (17.30 horas). La derrota en el aplazado ante el Choco deja a los celestes con el único objetivo accesible a día de hoy de escapar de la última plaza. Dar caza al Noia, con dos puntos más, es el objetivo de un equipo al que le toca hacer gala de dignidad competitiva en los siete partidos que restan, sabedor que la salvación, ahora a 10 puntos, es casi inviable.

El Unión Grove, ya en Preferente, tiene en el campo del Beluso (17.00 horas) una oportunidad para poner freno a una dinámica a la baja con un punto en las últimas cinco jornadas, una vez quedado fuera de la pelea por el ascenso.