Punto que sabe a muy poco el conseguido por el Céltiga ante un Barbadás que no dispuso ni de un disparo entre los tres palos defendidos por Manu Táboas. Los méritos, las ocasiones y el fútbol corrieron a cargo del equipo isleño que también se llevó, desgraciadamente, las lesiones como la de un Javi Vidal que tuvo que abandonar el campo a poco de empezar tras una brutal entrada de Dani Arbo que le mandó directamente al hospital con la rodilla izquierda destrozada y a la espera de conocer un diagnóstico.

No había tardado ni un minuto el Céltiga en hacer méritos para marcar con Rubén Márquez como protagonista. A continuación se produjo la salvaje entrada a Javi Vidal que se quedó incluso sin sancionar, aunque sí fue castigada con roja directa la entrada de Marcos a Eloy para parar una contra a los diez minutos de partido.

El propio Eloy se convirtió en la punta de lanza del juego ofensivo de los de Manolo Núñez. Un tiro cruzado suyo metió el miedo en el cuerpo a los de Juanjo Vilachá que cerraron filas en torno a su portería sin ningún rubor. Por si fuera poco, con el viento en contra, la resistencia era incluso contra los elementos.

Superada la primera media hora, el inicio de una fuerte tormenta hizo que el árbitro decretase la segunda suspensión del encuentro, aunque en este caso solo duró seis minutos y no tres semanas como sucedió la primera vez debido al temporal "Félix". Una vez reanudado el juego el Céltiga dispuso de la mejor ocasión del partido cuando Suso Martínez recogió un rechace de un saque de esquina y, desde la frontal del área, conectó un disparo que sacó Dani Arbo con el pie cuando el balón iba en dirección a la red.

Ni siquiera con el viento a favor en la segunda parte el Barbadás mostró mucha intención de salir de las inmediaciones de su área. Los de A Illa trataron de aprovechar su superioridad numérica con juego por banda y con Eloy como jugador más activo hasta que las secuelas de la entrada sufrida en la primera mitad le obligaron a ser sustituido.

El partido se había convertido en un acoso sin derribo por parte local. Lo intentaron de todas las maneras. Rubén Márquez obligó a Rui a lucirse y, poco después, Sabino mandó arriba una volea desde el vértice del área. También Manu obligó al portero ourensano a intervenir con un fuerte disparo desde la frontal del área.

El juego se convirtió en todo un quiero y no puedo por parte del Céltiga. Las combinaciones por banda fueron continuas, pero los numerosos centros al área, muchos de ellos desviados por el viento, nunca encontraban rematador. A ello se le unían las continuas interrupciones que buscaban los jugadores del Barbadás con continuas caídas al suelo buscando parar el ritmo de partido.

Con el minuto noventa ya cumplido, un saque de esquina finalizó en un remate de cabeza de Paco Reigosa que se marchó ligeramente desviado para desesperación de la parroquia local. Un punto que no mejora nada la situación de un Céltiga al que todavía le queda camino por recorrer para la salvación.