Balance positivo deja el punto conseguido por el Arosa ante el Compostela. Y es que los resultados de la jornada mantienen a los vilagarcianos a tiro de tres puntos de la cuarta plaza e incluso han recortado diferencias respecto al tercer puesto, que ahora está a solo cuatro puntos.

El partido se envolvió de atmósfera de cita importante. Las gradas de A Lomba registraron un muy buen ambiente y el juego empezó cual toma de contacto a la atmósfera reinante. El Compostela cedió metros a la iniciativa local esperando quizá a un Arosa más atrevido con el balón, pero no fue así. Los de Otero buscaron alimentar a Sylla con balones directos y el plan salía a la perfección. La brega del de Dakar pronto se cobró la amarilla de un Álvaro Casas que tenía que batirse en duelo individual en numerosas ocasiones.

Sidibé agigantaba su presencia en el eje para cortar cualquier avance rival y también para ser el origen del gol de su equipo. Desde el círculo central sirvió un excelente balón al costado izquierdo para la aparición de Julio Rey. El vilagarciano hizo el resto con un perfecto servicio a la cabeza de un Javi Pazos que, de cabezazo imponente, mandó el balón a la red con su aparición en el primer palo.

El 1-0 presentó un nuevo escenario y el Compostela se ajustó entonces los galones de líder para dar un paso adelante. Los metros de maniobrabilidad de Arosa se redujeron considerablemente. De la conexión por bandas se pasó a achicar vías de agua buscando oxígeno ante el cambio de ritmo impuesto por los de San Lázaro.

El partido había cambiado de dueño y ni siquiera dos tímidas aproximaciones de los locales sirvió para un cambio de tendencia. Cuando el Arosa parecía desear el descanso, su rival aprovechó cualquier oportunidad para meter miedo. Primero con un cabezazo de Primo al palo tras un perfecto servicio desde la derecha de Tomás y, en el posterior saque de esquina, Róber remató forzado al cuerpo de Lloves desde el borde del área pequeña.

Tras el paso por vestuarios, el Arosa mantuvo su apuesta por los dos delanteros, pero el vigor físico ya no era el mismo a la hora de presionar la salida de balón rival. Eso permitió a los de Yago Iglesias pasar a dominar la medular pese a la insistencia de Sidibé en lo contrario. Enorme trabajo el suyo.

Los vilagarcianos llamaron primero a la puerta rival con una acción de Yerai por derecha en la que conectó con Javi Pazos, pero su disparo se fue arriba. A continuación llegó el tanto del empate. Una imprecisión en la salida de balón del Arosa hizo que Rober recibiese la pelota en la media luna para atraer la atención de los centrales y ceder a la llegada de Samu al área y batir a Lloves de un disparo cruzado abajo.

Restaba media hora para la conclusión y el potencial de los recambios en uno y otro banquillo no invitaba al optimismo local. Con un Sylla ya no tan fresco de piernas, el ataque del Arosa trataba de llegar a base de juego por los costados. En una contra muy bien elaborada el propio Sylla la culminó con un cabezazo que se le fue arriba.

El Compostela trataba de hacer daño por banda izquierda con el exarosista Rubén como estilete. Él mismo dispuso de una internada que terminó con un disparo alto. Mientras el Arosa movía piezas con la entrada de Seva para situar a Julio Rey como lanzadera desde la posición de mediocentro.

Conocedores de la derrota de su rival directo por el liderato, el Bergantiños, los compostelanos metieron toda la carne en el asador. Nuevamente Rubén ganó la acción por banda para servir al corazón del área donde Róber no conectó el remate en las mismas narices de Sergio Lloves.

Con más orgullo que ideas, los de Jorge Otero aún tuvieron tiempo de acercarse a la portería rival. Un activo Yerai ganó la línea de fondo y en una acción de rebote el balón tomó dirección a portería pero Lucas acertó a despejarlo. Y a continuación, dos centros al área consecutivos de los locales no encontraron rematador para lamento de los muchos aficionados locales que ayer se dieron cita en A Lomba.

Esos dos sustos llevaron al Compostela a centrarse más en no perder el punto obtenido que a ir a por los otros dos y el partido tocó a su fin sin más sacudidas.