Había avisado Chiqui Barros antes del encuentro frente al Martorell que no iba a resultar sencillo ganar y que, para ello, había que mostrar un alto nivel defensivo. Esas palabras se cumplieron a la perfección en el partido que ayer disputó el Xuven, donde sumó una victoria muy importante de cara a la permanencia y hundió a un rival directo como el Martorell que, prácticamente, certificó su descenso.

El encuentro arrancó con el Xuven mandado gracias a un parcial de 0-6, pero la alegría duró muy poco, ya que el juego exterior de los locales comenzó a castigar a los amarillos. En un primer cuarto sumamente igualado, los catalanes consiguieron imponerse gracias al juego exterior y a la presencia intimidatoria bajo el tablero de Mabior. Los visitantes eran conscientes de que se jugaban mucho, y en el inicio del segundo cuarto trataron de romper el partido, llegando a conseguir una ventaja de nueve puntos (33-24). Sin embargo, un tramo final muy bueno de los visitantes les permitió llegar al descanso con el marcador igualado.

Los amarillos se hicieron con el mando del partido en el tercer cuarto. Agarrados a un excelente Carlos Poyatos y con la dirección de Juanchi Orellano, los cambadeses endosaron un parcial demoledor a su rival, que no encontraba la fórmula para frenar al equipo amarillo, y sobre todo, no era capaz de superar la intensidad defensiva que mostró el equipo de Chiqui Barros.

Los locales trataron de revivir en el último cuarto. Llegaron a colocarse a tan solo seis puntos en el marcador (60-66), pero la ansiedad por anotar y la precipitación les acabó pasando factura ante un Xuven que gestionó mejor los tiempos. El resultado de ayer permite a los amarillos situarse con una victoria sobre los puestos de descenso, además de servir para ver los primeros minutos de Milos Andrejevic con la camiseta del Xuven.