Gran partido de un Asmubal que, bien arropado desde la grada, se impuso a La Cistérniga (38-33), consiguiendo así unos puntos vitales que le permiten, merced a la derrota del Palencia, salir de las posiciones de descenso.

Arrancaron las meañesas con un parcial de 3-0 para comandar el electrónico con ventajas entre uno y tres goles, salpicadas de ocasionales empates, hasta mediada la primera parte. Fue a partir del 18 en que, ganando 12-10, las de Víctor Garrido encajaron un parcial de 0-6, motivado por varias pérdidas de balón y robos de la defensa contraria posicionada muy arriba y que propiciaron varias contras de las pucelanas. Un tiempo muerto en el 25 del técnico grovense, con 14-18 en el marcador, sirvió para ordenar una defensa 5-1, lo que unido a una superioridad sobre la cancha, resultaron determinantes para invertir un choque que llevaba minutos en manos de La Cistérniga. Y fue así que entre el 25 y el 30 un parcial de 4-1 favorable al Asmubal les metía de nuevo en el partido al descanso (18-19).

Las pucelanas mantuvieron la iniciativa en el arranque de la segunda parte, con rentas entre uno y tres goles hasta que en el 38 Laura Miniño, inconmensurable con 12 goles, subía el empate (24-24).

En el 43 era Andrea Cores quien devolvía de nuevo la ventaja al Asmubal (28-27). A partir de ahí, espoleado por la grada, creció la defensa meañesa apretando a una Alba Herranz que estaba siendo la jugadora decisiva de las pucelanas desde el lateral. Y fue así que La Cistérniga solo fue capaz de materializar dos goles en los últimos 14 minutos, los dos de una Herranz ya físicamente agotada. mientras que el Asmubal respondía con 10 tantos que llevaron el marcador el 38-33 final.