El Arosa se ha enganchado a la ilusión. Sus resultados han devuelto el optimismo a su sufrida afición, la misma que en los últimos años ha visto el peregrinar del equipo no solo por Tercera División, sino también por Preferente durante cinco temporadas interminables en las que las dificultades económicas apenas permitían completar una plantilla acorde a los más de 70 años de la entidad.

La actualidad presenta un conjunto preparado para devolver alegrías de tiempos pretéritos. Sus números y, sobre todo, su trayectoria al alza hacen que en las gradas de A Lomba se vuelva a creer en metas que parecían la más lejana de las galaxias no hace mucho tiempo. Los de Jorge Otero son ahora séptimos con 45 puntos, a solo dos de una cuarta plaza que está en poder del Alondras. Todo ello en un vagón cabecero en el que hay hasta el doble de aspirantes que asientos disponibles.

Conscientes de que todavía queda mucha leña por cortar en las doce jornadas que restan por disputarse, lo que también es evidente es que existen motivos para el optimismo más allá incluso del lugar que ocupan en la clasificación. El primero de ellos es el que se deriva de las únicas tres derrotas que han sumado hasta la fecha los vilagarcianos. El Arosa es el equipo que menos veces ha perdido de todos los que integran la competición, aunque en su debe también hay que resaltar que es el que más empata, con hasta doce igualadas registradas.

Su saldo positivo en cuanto a goles, con una diferencia de 22 positivos entre los marcados y los encajados, también resulta sintomático de su solidez. Tanto es así que solo los tres primeros clasificados (Compostela, Bergantiños y Barco) presentan mejores números en esta faceta. En este sentido, su marca de 43 tantos a favor también le sitúan entre los cuatro mejores de la liga en este apartado.

Pero por encima de todo hay un dato revelador que son las doce jornadas consecutivas que lleva actualmente sin perder el equipo de A Lomba. Una racha que se inició después de caer en la visita al Somozas el ya lejano 5 de noviembre y, desde entonces, el Arosa ha sido capaz de puntuar en todos sus encuentros. Su tarjeta de rendimiento en este último intervalo se traduce en seis victorias y seis empates, es decir, 24 puntos sobre un total de 36 posibles.

La principal curiosidad es que para encontrar una racha tan prolongada sin perder de los arlequinados hay que remontarse precisamente a la temporada más exitosa que se recuerda, la recordada 1992/93. En dicha ocasión, aquel Arosa fue capaz de estar 16 jornadas consecutivas sin perder. Una extraordinaria racha en la que el equipo vilagarciano sumó premios entre la jornada 18 y la 33, todo ello con un balance de diez triunfos y seis empates para un total de 26 puntos en aquella liga que todavía contabilizaba dos por victoria. En la actualidad esa línea de resultados se traduciría en un total de 36 puntos.

Desde esa temporada, nunca más el Arosa fue capaz de encadenar doce triunfos consecutivos como en la campaña presente. La vez que más se acercó al listón actual fue coincidiendo con el curso 1998/99 cuando los arlequinados estuvieron invictos entre las jornadas undécima y vigésima. 22 puntos fue la cosecha en aquel tramo de competición en base a 6 victorias y cuatro empates.

Aún existen más razones para justificar lo extraordinario de la temporada vigente. Sin ir más lejos los 45 puntos actuales, a falta de 36 por disputarse, que suma el Arosa es una marca que ni siquiera se alcanzó en muchos cursos completos a lo largo del último cuarto de siglo. Concretamente han sido ocho de las últimas veinte temporadas en Tercera División en las que el Arosa no terminaba la temporada con los puntos actuales.

Pese a todos los indicios positivos en cuanto a marcha del equipo, la cautela sigue siendo la máxima en todos los mensajes que salen desde el vestuario. No desviar la atención de la línea marcada es la prioridad del grupo encabezado por Jorge Otero. El propio técnico no quiere pensar más allá de lo que corresponde al Laracha, un equipo que llegará el domingo a Vilagarcía en su mejor momento del año.

Sin haber perdido en las cuatro jornadas precedentes, el conjunto lucense está haciendo de la necesidad virtud. Dos de esas victorias fueron cosechadas precisamente ante Somozas (2-1) y Barco (0-1), o lo que es lo mismo, dos componentes de la nómina de aspirantes a las cuatro primeras plazas. Resultados que denotan la dificultad que espera a un Arosa que, a su condición de invicto en A Lomba, tendrá que pelear por la renovación de su candidatura en forma de 3 puntos.