Tres puntos de ilusión los que consiguió el Arosa. El triunfo en el derbi ante el Ribadumia sitúa a los de Jorge Otero a solo dos puntos de la cuarta plaza, mientras que su rival de ayer, finalizaba el duelo con la sensación de perder un punto.

Fiel al 4-4-2 que tan buenos resultados le dio en los últimos encuentros, el Arosa saltó al césped de A Senra con un plan muy claro. Todo pasaba por presionar la construcción del juego del Ribadumia y generar ventaja a partir de la recuperación. Ya en la primera ocasión una cesión forzada a Iván Parada se cobró un libre indirecto en un costado del área pequeña por mano del portero en el control botado, pero Manu Justo se topó con la barrera en su ejecución.

La salida en tromba de los de Jorge Otero volvió a quedar de manifiesto cuando Javi Pazos ganó la espalda a la defensa tras otra pérdida de balón en la medular, pero falló en el mano a mano tras optar por aproximarse lo máximo al portero en lugar de disparar al entrar en el área grande.

La inseguridad se apoderó del Ribadumia. La salida de balón se convirtió en un mar de dudas ante un rival cuya medular se había convertido en un muro difícil de superar, pero poco a poco los locales fueron aproximándose al área de Lloves. El primero en avisar fue Fran Fandiño con un forzado remate tras recoger un centro en el segundo palo que se paseó por delante de la línea de gol.

A la espalda de los mediocentros arlequinados, Hugo Soto estaba encontrando la manera de darle fluidez al ataque local. En una prolongación del vilaxoanés desde ahí, Jose Filgueira le ganó la espalda a la defensa pero no acertó a resolver y ahí se terminaron las manifestaciones ofensivas del Ribadumia en toda la primera parte.

El Arosa se recompuso y Manu Justo tomó entonces un papel protagonista. Primero con una llegada por banda derecha al espacio en la que, tras adentrarse en el área, no tomó la decisión adecuada. Y poco después, con la acción que decidió el encuentro y que nació de un perfecto cambio de orientación de Yerai que permitió a su compañero adentrarse en el área y batir a Iván Parada por bajo tras recoger un rechace a su primer intento.

Todavía restaban diez minutos hasta el ecuador y el Arosa se encontraba muy cómodo en las transiciones. Incluso en una de ellas Yerai obligó a Iván Parada a lucirse tras un muy buen pase de Pazos.

El paso por vestuarios hizo que el Ribadumia pusiese en marcha el plan B pasando a jugar con tres centrales para crear superioridades por banda y la apuesta salió perfecta. Jorge Otero respondió a Luis Carro optando por el 4-2-3-1 y cediendo mucho espacio a su rival. Los locales pasaron a monopolizar el balón y sus acercamientos al área estaban siendo constantes, aunque apenas se generaban disparos entre los tres palos. Primero Hugo Soto remató alto una buena acción por banda y poco después Rubén Cerqueiras mandó el balón al poste en un centro-chut.

El Arosa estaba sufriendo ante un rival demasiado expuesto en busca del empate. Ello hizo que cuando los visitantes fueron capaces de conectar dos pases las ocasiones más claras estuvieron en sus botas. Primero Javi Pazos volvió a disponer de un mano a mano, pero no acertó a superar a Parada en su intento de regate. El rechace cayó a pies de Yerai que lo mandó fuera. Que no era el día del máximo realizador de la categoría volvió a quedar de manifiesto en un disparo que fue al cuerpo del portero.

Los aurinegros no cesaban en su empeño. Su mejor fútbol ante un Arosa demasiado timorato no se estaba traduciendo en el marcador. Los mejores jugadores visitantes empezaban a ser los centrales, especialmente un Marcos Rodríguez omnipresente tapando la vía de agua por banda izquierda.

El riesgo volvió a dar una nueva opción a los arlequinados de cerrar el partido, pero la historia se repitió con un nuevo mano a mano errado por Javi Pazos ante Iván Parada. Esta vez se le fue arriba el remate ante la salida del portero.

Josiño tuvo un balón suelto en el área para empatar, ya en el minuto 90 pero no acertó a tirar entre los tres palos en plena fase de achique de balones de un Arosa que defendió con todo un triunfo clave.