El Céltiga se ha marcado una máxima desde la llegada de Manolo Núñez al banquillo. Convertir el Salvador Otero en un auténtico fortín es una cuestión que está grabada a fuego en el vestuario de A Illa y en los últimos meses ese deseo se está llevando a efecto. Tanto es así que el Choco se ha unido a la lista de víctimas, tres consecutivas, que han caído en A Illa.

La ambición de los de Redondela fue total desde el comienzo. Fueron los de Marcos Montes los que asumieron la tenencia de la pelota desde el primer minuto. Enfrente un Céltiga más preocupado por dificultar las acciones del rival por detrás de la línea medular e incomodarle sus posesiones.

El dominio territorial de los visitantes no se plasmó en manifestaciones claras de gol. Sin embargo el primer error defensivo del Céltiga fue castigado por el Choco. Sucedió en una acción en la que Rubén Comesaña y Antón Vilas le ganan la espalda a la defensa y el disparo cruzado de éste sirvió para batir a Manu Táboas.

A partir de ese momento, al Céltiga le tocaba llevar a efecto un ejercicio de fe. Y es que además del marcador en contra también se produjo la lesión de Álex Pena, que tuvo que abandonar el campo poco después del 0-1 por un esguince de tobillo. Incluso pudo el Choco aumentar su renta, pero en esta ocasión el disparo de Antón Vilas se fue demasiado cruzado tras una destacada acción personal del exjugador arosista.

El rumbo de los acontecimientos empezó a cambiar con el tanto del empate. Todo arrancó con una acción por banda de Paco que fue prolongada por un centro de Eloy que Yago Vázquez, en su intento de despeje, introdujo en la portería de Cortegoso en un balón sin excesivo peligro para despejar.

Con el empate a uno, la segunda parte supuso toda una muestra de ambición por parte de los de A Illa. La subida de intensidad fue evidente a todos los niveles e incluso se prestó más atención a algunas averías defensivas que le había causado por bandas la ofensiva del Choco.

Fueron 25 minutos de tendencia claramente al alza de las opciones de triunfo del Céltiga. Con todo ello, el tanto que significaría el 2-1 definitivo llegó en una acción de contraataque que Adrián Camiño culminó desde fuera del área demostrando que pasa por su mejor momento de forma de la temporada.

Tocaba guardar la ropa en el Céltiga y no hubo reparos en ceder la iniciativa. Manolo Núñez apostó por la velocidad de Nico en punta de ataque para castigar la exposición de su rival en busca de la victoria. Marcos Montes buscó soluciones en los suplentes e introdujo cambios ofensivos ante un rival que empezó a defender por acumulación. El Choco no desesperaba en su intento de poner en apuros a Manu Táboas, pero la disposición defensiva estaba siendo muy solvente por parte isleña.

La posibilidad de un contraataque que pusiera la rubrica a la victoria local estaba rondando en el ambiente. Y esa posibilidad llegó cuando entre Nico y Eloy hilvanaron una acción en la que desperdiciaron una ventaja clara anticipándose la defensa en el desenlace.

Y ya no hubo opción para más manifestaciones ofensivas con claro marchamo de gol. La numantina defensa del Céltiga pudo conservar la ventaja hasta el pitido final para una victoria de prestigio.