El Xuven de Cambados se quedó ayer sin un premio, el de la victoria, al que se lanzó desde el pitido inicial. Los amarillos dominaron gran parte del encuentro con un buen baloncesto en el que volvió a brillar Juanchi Orellano en la dirección, pero acabó cediendo en el último cuarto, al fallar la efectividad, y como muestra la última jugada, en la que las dudas de Jawara, que había completado un excelente partido, le impidieron tirar de tres puntos para intentar igualar la contienda y forzar la prórroga.

En el primer cuarto del partido, el Xuven fue muy pragmático, serio en defensa y efectivo en ataque, ante un Arcos Albacete que sufría para frenar a Orellano y a Saunders. En el segundo cuarto se igualó la contienda gracias a la potencia física de los locales, sobre todo bajo los tableros.

Pese a ello, los cambadeses mantenían la ventaja, aunque escueta, en el electrónico. La igualdad se mantuvo nada más regresar del vestuario, con los dos equipos mostrando una gran intensidad defensiva que frenaba la anotación.

El último cuarto comenzó con el Xuven tratando de romper el partido. Dos triples consecutivos de Orellano y Villarejo colocaban a los cambadés en una posición inmejorable, con una distancia de nueve puntos (53-62). Sin embargo, las malas decisiones en el tiro y la aportación de Babatunde, Ortego y Marín, fueron limando esa diferencia y le endosaron a los cambadeses un parcial de 8-0 (61-63). Un 2+1 de Babatunde conseguía igualar la contienda (66-66) a falta de poco más de dos minutos, y a partir de ahí, al Xuven le fallaron las fuerzas. Varios errores en las elecciones de tiro, unidas a la lesión de Samu Barros, acabaron poniendo al Albacete cuatro puntos arriba (70-66) a falta de tan solo 1:25. Pese a ello el Xuven lo intentó y llegó a los últimos cuatro segundos tres puntos abajo y con la posibilidad de igualar la contienda (72-69), pero la canasta de Sevillano totalmente solo bajo el tablero a falta de 6 décimas ya no sirvió para nada.