Por contra Céltiga, Ribadumia y Villalonga se están mostrando muy sólidos en los duelos ante los que podrían catalogarse de rivales directos.

Los de Luis Carro han sido capaces de sumar 16 de los 21 puntos totales que tienen ante equipos situados de la décima plaza hacia abajo. El Céltiga no le anda a la zaga con 13 mientras que los celestes han sido capaces de sumar 11 de sus 14 puntos ante conjuntos situados a partir de la undécima posición.

Las dificultades del Ribadumia para robarle puntos a los poderosos se está haciendo sentir en su último tramo de competición. Concretamente en los cinco últimos encuentros cayó ante equipos de arriba como Choco, Bergantiños y Villalbés, empatando ante el Silva y ganando únicamente a un Laracha al que aventajan en la tabla.

Un caso similar es la línea de rendimiento del Céltiga, que tras caer de manera consecutiva ante aspirantes al play-off como Bergantiños, Arosa y Alondras, pudo aliviar su situación el pasado domingo a costa del Noia. Un triunfo que los de Manolo Núñez necesitan refrendar la próxima jornada en Ourense tras el fin de semana de descanso que otorga el calendario.

El Villalonga es el que muestra un mayor desequilibrio respecto a su rendimiento ante "grandes" y "pequeños". Los 11 puntos ante rivales directos contrastan con los únicos tres puntos ante equipos que cerrarán la primera vuelta por encima de la décima plaza.

Los de César Sánchez, después de seis derrotas consecutivas, tienen ahora la posibilidad de reconducir su trayectoria con dos partidos consecutivos en San Pedro ante Somozas y Barco.