El derbi del Salvador Otero ha dejado consecuencias colaterales tanto en Arosa como en el Céltiga. En el caso de los vilagarcianos, los tres puntos obtenidos se han convertido en un balón de confianza de cara al próximo domingo cuando visite a un Bergantiños que se reafirma en el liderato semana tras semana.

En lo físico también ha dejado alguna consecuencia como la lesión de clavícula de Anxo tras una mala caída. El diagnóstico habla de luxación, pero su presencia el domingo en As Eiroas está descartada por completo. No así la de un Sergio Santos que, pese a sufrir una fuerte entrada que le obligó a abandonar el terreno de juego, no ha sufrido más consecuencias que las de un golpe.

Jorge Otero se mostraba encantado de la talla dada por su equipo en el Salvador Otero. El hecho de haber vuelto a dejar la portería a cero también jugó a favor e incluso a nivel individual ha habido balances más que destacados. Son varios los jugadores que parecen atravesar por un buen momento de forma destacando por encima de la media en este aspecto Julio Rey.

El centrocampista vilagarciano volvió a dejar muestras de su enorme calidad con un primer gol que se coló como un obús por la escuadra defendida por Manu Táboas. A ello añadió un dinamismo muy necesario para las soluciones ofensivas en campo ofensivo. Sus tres goles en los dos últimos encuentros es un dato que ya habla por sí solo de su estado de forma.

La selección gallega tampoco ha pasado por alto estas cuestiones y ha citado a Julio Rey y Javi Pazos para jugar mañana miércoles un amistoso en Ferrol ante el Rácing.

Otro jugador que tuvo una gran incidencia en el juego fue Sidibé, al igual que un Iago Beceiro que dio dos asistencias en el tramo final a Julio Rey y Javi Pazos, quien sigue a la caza del liderato de la clasificación de goleadores, donde ahora es segundo a dos tantos de Rubén Rivera, precisamente delantero del Bergantiños.

En Casa Céltiga, el 0-3 no solo le dejó sin puntos sino que es un resultado que incide en las carencias que están mostrando los de A Illa. El dato más elocuente es el referido a su escaso bagaje realizador. Con solo 11 tantos en 16 jornadas, los de Manolo Núñez son ya el segundo peor equipo de la competición en cuanto a finalización. El diferencial es abrumador con un -20 tras haber encajado 31 goles hasta la fecha.