Que el Xuven es un equipo en crecimiento es una evidencia que testimonian sus propios resultados. Ante el Martorell el equipo cambadés confirmó su tendencia al alza con una tercera victoria consecutiva, o lo que es lo mismo, la quinta en las últimas seis jornadas. Por si fuera poco las sensaciones no pudieron ser mejores puesto que el nivel del juego y la intensidad fueron en aumento conforme avanzaban los minutos.

Los centímetros de los catalanes se impusieron en el arranque del choque. Eso y su mayor intensidad defensiva le permitieron controlar el ritmo del partido. El Xuven se encontraba incómodo perdiendo muchos emparejamientos individuales, especialmente los que se mantenían ante Albert Homs y Xavi Guirao. A ello se unía el buen hacer bajo tableros de Ahmed Khalaf para lanzar a su equipo en el marcador (12-20).

Las rotaciones entraron en escena y el panorama cambió de manera radical para los de Chiqui Barros. Ni siquiera el paso por el banquillo de Will Saunders alteró el despegue amarillo con Karamo Jawara a los mandos de la nave. Fue una maniobra lenta pero segura. La resistencia catalana aún producía alguna turbulencia a la hora de tomar la altura pretendida en el marcador. Un triple del debutante Joaquín Reyes dio la primera ventaja a los locales (33-32).

El subidón anímico tuvo como espaldarazo un triple desde medio campo tras recuperación de Samu Barros con el sonido de la bocina que indicaba la llegada del descanso como música de fondo (36-32). Ni siquiera las tres faltas de Will Saunders alteraron las constantes vitales del equipo.

Entendieron desde el banquillo del Xuven que el ritmo iba a ser la clave para romper el partido. Juanchi se puso manos a la obra a la hora de subir la intensidad defensiva y hubo otros síntomas claros de esa agresividad como la pelea por el rebote de ataque, amén de contraataques varios. Todo ello y la entrada en calor de un Saunders que lanzó a su equipo hasta el 52-43 con el que se cerró el tercer cuarto.

La carta de navegación del Xuven se mantuvo inalterable en el último cuarto. Su velocidad, intensidad y lectura de cada situación fue casi siempre mejor que la de su rival en cada acción. Eso se tradujo en una considerable ventaja de 56-43. El Martorell, aun tocado anímicamente por su inercia negativa esta temporada, se situó a 8 puntos en el tramo final, pero no resultó indicio de nada. El Xuven le puso la guinda a su buen trabajo confirmando las sensaciones de un equipo que crece día a día.