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PirAGÜISMO - Aniversario

Cuatro décadas desgranando éxitos

As Torres de Catoira nació en 1977 en un bajo próximo al río Ulla

Juan Ramón Guillán fue uno de los primeros palistas del club y todavía sigue en activo. // Noé Parga

As Torres Romaría Vikinga de Catoira es una de las grandes referencias del piragüismo gallego, un club que acumula un sinfín de laureles y reconocimientos, muchos de los cuales no reciben la atención suficiente, al encontrarse muy lejos del foco que reciben otros deportes, como es el caso del fútbol o el baloncesto. Esos logros no han llegado de la nada, sino que se fundamentan en un intenso trabajo realizado durante estas cuatro décadas. Y es que el club cumple 40 años en los que han pasado cientos de jóvenes por sus instalaciones, no solo de Catoira, sino de muchos de los municipios de su entorno.

Quien mejor recuerda como fueron esos inicios es Juan Ramón Guillán, uno de los primeros palistas del club y que todavía, a día de hoy, no se ha bajado de la piragua, al seguir compitiendo en veteranos a sus 51 años de edad. Guillán recuerda como surgió la idea, en 1977, gracias a Pedro Baliñas, un trabajador del Banco Pastor de Catoira que, por aquel entonces, era monitor en el Club de Mar de Vilagarcía. Baliñas, que sería uno de los primeros técnicos del club, animó a varios padres a fundar la entidad para que sus hijos, de entre 12 y 16 años, pudiesen practicar este deporte. "La fundación fue en 1977, pero no comenzamos a competir hasta un año después, con Juan Lorenzo Rodríguez como presidente", explica Guillán.

Los inicios no fueron precisamente sencillos, ya que el club tuvo que aprovechar un bajo del propio Lorenzo para guardar las piraguas; "cruzábamos con las cinco que teníamos la vía del tren para poder entrenar en el río", explica Guillán, antes de su traslado a una vieja nave de la antigua Cedonosa, que se acabó acondicionando posteriormente y que es, desde ese momento, la sede de una de las entidades más representativas de Catoira. "Cuando comenzamos a competir, en las ligas provinciales, que era lo único que teníamos, había muy pocos clubes, el Breogán, el Tambo de Marín y pocos más; aquel año conseguimos quedar en la tercera posición de la liga de promesas provincial, y al año siguiente fuimos segundos".

Tras esos inicios llegaron nuevos presidentes, que fueron apostando por hacer crecer al club en un trabajo ingente que sirvió para que el fruto, en forma de palistas, fuese apareciendo. Técnicos como Manuel Isorna fueron fundamentales en este salto de calidad, y sobre todo, en el incremento de jóvenes que se incorporaron al proyecto.

Nombres como los de Enrique Sumay, Fernanda Constantino, David Ferradás, Rubén Tobío o Elvira Longo no solo comenzaron a sonar en las competiciones a nivel nacional, sino que pasaron a entrenar en el Centro de Tecnificación Deportiva de Pontevedra. A nivel internacional, varios de estos palistas llegaron a competir, pero el primer gran éxito a ese nivel llegaría en el Mundial Júnior de Japón en 2003, con una medalla para una joven María Pérez, convertida en una de las grandes referencias del piragüismo gallego en la actualidad. A ese nombre se sumarían después los de Fernando Busto Bandín o Diego Romero, enrolado en la actualidad en el Breogán de O Grove. Al club solo le queda una pequeña espina clavada, la de contar con un palista en unas Olimpiadas. La principal esperanza en estos momentos es la joven Carla Frieiro, que en edad todavía cadete, este año ha conseguido una medalla de plata en el mundial júnior en el K-4. No es la única referencia del club de cara al futuro, ya que otros nombres como el de Natalia Guillán Catuxa Fabeiro, Jacobo Gómez, Xoana García o Aldara Merino también suenan con fuerza.

Guillán reconoce que "en todos estos años, el crecimiento ha sido espectacular, comenzamos cuatro niños de Catoira y ahora existe un club con más de 150 licencias federativas que se ha convertido en una gran referencia a nivel estatal, peleando títulos con verdaderos monstruos del piragüismo como es el Náutico de Sevilla, entidad que cuenta con muchos más medios que nosotros". Alcanzar estas cotas de éxito no ha resultado sencillo, reconoce Guillán, "ha sido a base de esfuerzo de todos los presidentes que han pasado por aquí, desde Juan Ramón Lorenzo hasta el actual, Marcos Lorenzo", sobre todo cuando se trata de un deporte muy alejado de los focos mediáticos y en el que resulta muy complicado generar fondos suficientes. Otro de los grandes problemas es la continuidad de los palistas, ya que muchos de ellos se ven obligados a escoger entre sus estudios y los entrenamientos.

El próximo sábado, todo el club, palistas y familiares, van a participar en unos actos que ha diseñado la actual directiva para celebrar esta efemérides. No serán los únicos, ya que a ese evento se van a sumar todos los colectivos deportivos, sociales y culturales del municipio. El acto comenzará a partir de las 10.30 horas y se repartirá entre la sede del club y el auditorio.

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