Se cumplió el pronóstico y el Rasoeiro cayó ante el Xiria por 26-29, en un partido que los de Carballo llevaron más cómodo el marcador de lo que pueda presumirse con el resultado final. Y es que los grovenses encajaron un 2-7 de salida que parecía colocar ya a cada contendiente en su papel. La renta visitante creció hasta los seis goles en el 15 (7-13), pero a partir de ahí el 6-0 defensivo de los grovenses se asentó de tal forma que solo encajaron dos tantos en los últimos quince minutos del primer tiempo, evitando una sangría mayor, por cuanto en ataque los de Quito Parada estuvieron muy espesos también en esa fase del partido.

En la segunda parte el Xiria sentenció. Su contragolpe y Pablo Iglesias (10 goles en el partido) desde el centro fueron letales para el Rasoeiro que vio cómo su desventaja creció conforme avanzaban los minutos hasta un máximo de ocho goles (19-27) en el 50. A partir de ahí la lógica relajación de los de Carballo propició que fueran capaces de materializar tan solo dos goles en los últimos diez minutos de partido, mientras que el Rasu se soltó más en ataque logrando recortar la renta hasta el 26-29 final.

El técnico Quito Parada reconoce que "no era el rival propicio, los partidos claves nos llegarán ahora con equipos directos por escapar del descenso como son Porriño y Sar, puede incluso que Cañiza". La derrota deja al Rasu colista con tan solo dos puntos en las nueve jornadas disputadas. Pero esos rivales tendrán que esperar por cuanto en la próxima jornada los grovenses tienen otro de esos envites ante rivales inaccesibles como es el Chapela.