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Fútbol - Tercera División

Tablas desde diferentes puntos de vista

Ribadumia y Villalonga ofrecen lo mejor de su forma de entender el fútbol en A Senra

Cerqueiras (Ribadumia) y Mou (Villalonga) disputan un balón ayer en A Senra. // Noé Parga

Ribadumia y Villalonga tienen conceptos diferentes de un mismo juego, el fútbol. Los aurinegros apuestan por ser dueños del balón, y a través de ese dominio, aprovechar la calidad de sus puntas para imponerse, mientras el Villalonga es un equipo que brilla en la solidaridad defensiva, que sabe que va a sufrir, pero que compensa esa situación con entrega y sabedor de que, a lo largo de 90 minutos, va a tener una oportunidad que no va a dejar escapar. El partido de ayer fue una clase magistral de ambos conceptos, y los dos, sacaron un punto, que no los saca de pobres, pero que les permite meter más distancia con los puestos de descenso directo.

Agresividad e intensidad, así saltaron los dos equipos al terreno de juego, aunque poco a poco, el campo se fue inclinando hacia la portería de Marcos Bermúdez. El meta del Villalonga, en el primer minuto, tuvo que salir a los pies de Filgueira para evitar un control de balón muy peligroso. El Villalonga optó por ceder el esférico a los locales, buscando un error que le permitiese lanzar la contra, aunque cómodo sobre el campo, estuvieron cerca de encajar el primer tanto en el minuto 7, en una bonita jugada local que finalizó con un pase al hueco de Hugo Soto a Cerqueiras. El disparo cruzado del extremo se marchó rozando el palo.

Fue el preludio del tanto. Los aurinegros tienen una banda derecha con mucho talento, y eso se notó. Santi y Filgueira comenzaron a combinar, se fueron deshaciendo de varios contrarios hasta que el lateral remontó la línea de fondo para servirle el balón en bandeja a Hugo Soto que solo tuvo que empujarla al fondo de las mallas. Tan solo habían transcurrido diez minutos y parecía que el plan del Villalonga se iba al traste y que estaban obligados a dar un paso adelante para buscar la igualada. Nada más lejos de la realidad. Los celestes son un equipo muy bien trabajado y que basa su juego en el esfuerzo, las ayudas y la entrega, sabiendo que tendrá su momento en el partido. Los de César Sánchez siguieron con su estrategia de ceder el balón al contrario y presionar para forzar un error que les diese opciones.

El Ribadumia siguió a lo suyo, y estuvo muy cerca de ampliar la ventaja en el minuto 17, en una internada por banda de Hugo Soto, cuyo centro desde la izquierda lo cabeceó Filgueira, pero el balón se fue lamiendo el palo de Marcos Bermúdez. El Villalonga apenas conseguía acercarse al área de Iván Parada, tan solo un intento en el minuto 20, cuando Rafa estuvo cerca de aprovecharse de una falta de entendimiento entre el meta y Santi.

Los locales eran los dueños del partido y descosían al Villalonga por las dos bandas, pero los centros no encontraban un rematador claro, tan solo un disparo de Cerqueiras rozó el palo de la portería de Marcos Bermúdez.

Los celestes comenzaron a despertar, sobre todo por los fallos defensivos locales. En el minuto 31, una pérdida de balón de Miguel Vázquez permitió a Adrián Padín armar la pierna, obligando a Iván Parada a lucirse para desviar el balón a córner. Eran los mejores momentos visitantes, que lograban encerrar en su área al Ribadumia, sin la fluidez de la primera media hora de juego. Sin embargo, la mejor ocasión fue para los aurinegros en el minuto 44, en un disparo de Cerqueiras que se envenenó al tocar en un contrario, y se subió por encima del larguero.

En el inicio de la segunda parte no se invirtió la tendencia. Dos ocasiones de Rafa no sirvieron para abrir el marcador, gracias a una gran intervención de Iván Parada y a la falta de puntería del extremo.

La insistencia de los celestes encontró premio en el minuto 52. Otro balón a la espalda de los centrales permitió a Rafa cabalgar hacia la portería contraria sin oposición. Su centro atrás no encontró rematador en el primer palo, pero el balón le llegó a Rocha, incorporado al ataque, que tuvo tiempo a pararse y colocarla lejos del alcance de Iván Parada, estableciendo la igualada. El Ribadumia no encajó bien el gol y perdió el dominio del encuentro.

Luis Carro recurrió a meter más dinamita arriba, dando entrada a Ramón y pasando a jugar con defensa de tres centrales, pero la colocación del Villalonga impedía cualquier acercamiento con peligro, muriendo todos los intentos en el borde del área de Marcos Bermúdez. Sin embargo, en el minuto 71, el Ribadumia pareció despertar con un balón al área que peleó Ramón, el delantero acabó cediendo a Cerqueiras que soltó un disparo seco que llevaba marchamo de gol. No lo fue porque Marcos Bermúdez se lució atrapando el disparo en dos tiempos ante la presión de un jugador contrario.

Filgueira, que se fue apagando a medida que avanzaba el encuentro, obligó a Marcos Bermúdez a emplearse a fondo en el 83, en un disparo seco que detuvo en dos tiempos el meta celeste.

El Ribadumia trató, en los últimos minutos, de romper la igualada pero no encontró la fórmula de hacer daño a la pared en la que se convirtió la defensa del Villalonga.

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