No supo el Calmear Rasoeiro llevar el partido a su terreno ante el Teucro y acabó cayendo por 31-34. Y es que los grovenses, blandos en exceso en defensa y pecando individualismo en ataque, allanaron la empresa a un rival que dispuso de espacios para el ritmo trepidante que le interesaba. Diez faltas en toda la primera parte por parte del Rasu fueron la prueba de una defensa laxa, que encajaba con facilidad, y que llevó el marcador al descanso a un 17-20.

En medio de este tiempo hubo momento de luz cuando en el minuto 20 un gol de Roibás ponía al Rasu uno arriba (12-11). Dispuso incluso de opción para irse de dos, pero Sergio no controló el balón en una contra que parecía franca. Aún lamentando la ocasión perdida el Rasu encajó de seguido un 1-5 de parcial que puso al Teucro con renta de tres (13-16), la cual se mantenía al descanso (17-20).

El pésimo arranque de la segunda parte acabó por condenar al Rasoeiro. Incurriendo en continuas faltas en ataque, fruto del individualismo, los de Quito Parada solo fueron capaces de anotar 4 goles en los primeros 17 minutos, lo que llevó la renta visitante a la máxima de partido (21-28). Y cuando el choque pintaba más adverso reaccionó el Rasu, cerrando bien la defensa y jugando como equipo en ataque, cargando el juego por el lado de Sergio, hasta ponerse a dos (26-28) en el 53, y hacer creer a la hinchada local en la remontada. Pero al Teucro no le tembló el pulso y aguantó la embestida de un Rasoeiro que se acordó demasiado tarde del juego colectivo. "Hicimos el peor partido y contra el peor rival -lamentaba Quito Parada en su valoración del choque-, sin saber llevar el partido a nuestro terreno, que era el del contacto físico, que era un partido más trabado, con una defensa que no dejara correr el rival; e hicimos todo lo contrario, entramos en el juego rápido que nos proponían y acabamos víctimas de nuestra propia impotencia, lamentando cada error y cada decisión arbitral. Cabe quitar lecciones de todo esto".