El Asmubal femenino sorprendió al Palencia en el Mariano Haro en un partido en que el triunfo se les escapó de las manos cuando mandaban de cuatro en el 55. El choque, con ritmo frenético en los ataques y gran efectividad anotadora, mantuvo la igualdad en todo el primer tiempo, con sucesivos empates y alternativas, casi siempre por la mínima, a excepción de una máxima de tres para las meañesas en el 19 (11-14), y que se reducía a dos al descanso (17-19).

El segundo tiempo fue de las de Víctor Garrido que realizaron un primer cuarto de hora primoroso hasta alcanzar en el 46 renta máxima de 7 con un gol de Laura Miniño (23-30), inconmensurable junto a Erika Franco en la anotación, no en vano entre ambas anotaron 25 de los 39 goles de su equipo. El tiempo muerto de las palentinas, desbordadas en todo ese período, cortó la sangría local, y su técnico se la jugó ordenando una defensa uno contra uno en todo el campo para buscar la remontada.

El cambio surtió efecto ante un cuadro meañés que en los últimos 10 minutos comenzó a pagar el esfuerzo físico, y que sufría lo indecible para parar a Alba en el pivote palentino (12 goles). Aún así aguantaron el tipo y mantenían una renta de cinco en el 54 (32-37). Pero en tan solo tres minutos un parcial de 6-0 para las locales, logrado a base de contragolpes por pérdidas de balón en la defensa uno contra uno, colocó el marcador en empate a 37. Mas dos goles de Laura Miniño subían en 37-39 y, con solo 40 segundos por jugar ponían el choque de cara. Sin embargo, el enésimo ataque rápido de las palentinas cristalizó en el 38-39 a falta de 20 segundos. Nada más sacar de centro los colegiados amenazaron ya de pasivo y acabaron sancionando acto seguido unos pasos de Raquel muy protestados por las meañesas, mientras Victoria Acero en la contra empataba a falta de cinco segundos.

"Fue una verdadera pena -se lamentaba el técnico Víctor Garrido- porque tuvimos el partido en la mano, y en esos minutos finales las decisiones arbitrales nos penalizaron en exceso, en especial la amenaza de pasivo en el saque mismo de centro y unos pasos de Raquel que no fueron. Cierto que al final es un punto con el que no contábamos, pero cuando tuvimos tan cerca los dos, nos duele".