El Kemegal Cortegada se quedó ayer sin el premio de disputar la final de Copa Galicia ante el Universitario de Ferrol el próximo domingo; ese premio se lo llevó, por méritos propios, el Celta, más metido, desde el inicio, en el encuentro. Las vilagarcianas se encontraron con un Celta Zorka que imprimió intensidad, dureza y velocidad durante todo el encuentro y no supieron contrarrestarlo. A ello se sumaron una serie de decisiones arbitrales que penalizaron en exceso a las locales, que acabaron sucumbiendo en la segunda mitad. Los dos equipos, especialmente el Celta, mostraron un impresionante acierto en el tiro exterior, con siete triples de las locales y 10 de las visitantes.
El primer cuarto arrancó con un Celta eléctrico, efectivo en el apartado defensivo y acertado en ataque, sobre todo con Itziar Germán, que lideró el parcial inicial de 0-6 ante un rival que dominaba el rebote, pero que no era capaz de hacerse con el control del encuentro. Dos triples de Sara Gómez y de Cristina Loureiro despertaron a las locales, que igualaron la intensidad del Celta y el partido, llegando a colocarse a tan solo dos puntos de distancia.
En el segundo cuarto, el Celta salió a romper el partido. De entrada anotó otro parcial de 0-6 (16-24), al que le siguió otro de 0-7 (18-31), pero el Cortegada supo aguantar el chaparrón y, poco a poco, comenzar a limonar la distancia, que fue de 15 puntos (19-34). Poco antes del descanso, los árbitros pitaban una doble técnica un tanto rigurosa a Rubén Domínguez cuando su equipo se encontraba ya a tan solo siete puntos (32-39). Las vigueses no supieron aprovechar ese error para distanciarse en el marcador.
El tiro exterior se convirtió en el protagonista en el tercer cuarto, a cada triple del Cortegada, el Celta respondía con otro, manteniéndose el encuentro equilibrado en una diferencia que rondaba los seis puntos. Sin embargo, otra técnica un tanto rigurosa a Antía Varela era el preludio del siguiente parcial negativo (0-7) para las locales, que colocaba el marcador en 52-67. El Celta aprovechaba a la perfección las canastas con tiro adicional, y comenzaban a brillar con luz propia los nombres de Itziar Germán, Patricia Vicente y Anne Sinosiaín, a las que no conseguían frenar las locales. El Cortegada se sostenía a duras penas con la aportación en ataque de Sara Gómez y Salomé García Segura, aunque en defensa sufría en exceso las acometidas visitantes.
Con 13 puntos de ventaja comenzó el Celta el último cuarto, pero otros cuatro triples de las visitantes, les permitían conseguir una ventaja de 20 puntos y darles la tranquilidad de saberse en la final del próximo domingo. Por el contrario, las vilagarcianas bajaron los brazos y se rindieron ante el poderío físico visitante.
